¡Micrófonos que hablan sobre el escenario de Santa Catalina! Una mirada tan nostálgica como divertida a los 40 años de murgas y murgueros que lo han dado todo sobre las tablas más transgresoras y criticonas de la ciudad. Un auténtico repaso a las anteriores ediciones del Carnaval en la tercera fase del concurso de murgas fue lo que hizo la agrupación de Los Rockefeller 1981 con motivo del 40 aniversario de las Carnestolendas. No sonó el ti-tu-ti-tu-tiii de Encuentros en la tercera fase, pero seguro que Steven Spielberg estaría igual de orgulloso y, desde luego, los murgueros pudieron disfrutar de un verdadero reencuentro con su pasado.

Antes, parecía que iban a redecorar el escenario, pero no, era el disfraz de pintores con el que habían salido Los Rockefeller 1981, terceros de la noche en participar, que, tras añadirle a sus atuendos cadenas y mordazas, criticaron, con su primer tema, la gestión de Miguel Ángel Ramírez como presidente de la UD Las Palmas y la controvertida Ley Mordaza.

Los encargados de romper el hielo anoche, más de una hora antes, fueron Los Chacho Tú, que también decidieron coger la máquina del tiempo y viajar al pasado, pues se presentaron disfrazados de serenos, los antiguos encargados de vigilar las calles por la noche. De esta guisa cantaron su primera canción, con la que simularon un paseo por la ciudad para enumerar sus defectos. Tras esto, en su segunda actuación reivindicaron el valor de los disfraces en general.

Justo después, Las Despistadas, aunque estaban disfrazadas de Willy Fog, no tardaron 80 días en darle la vuelta a las tablas para entrar en escena. Las chicas deleitaron a los asistentes con una primera canción que habló sobre los oficios y los altos niveles de paro actuales.

Para su segunda interpretación rejuvenecieron unos cuantos años y se transformaron en bebés dentro de carros, y mencionaron temas relacionados con los más pequeños: criticaron el hecho de que no haya concurso de murgas infantiles y agradecieron su labor a los payasos que visitan hospitales para animar a los niños enfermos.

La cuarta actuación de la noche corrió a cargo de la murga Declaradas, que sorprendieron a la grada con su fantasía de muñecas rockeras, con la que interpretaron un tema en el que hablaron sobre los artistas que se ven obligados a salir de las Islas para poder ejercer su profesión.

La divertida historia de Mariantena, una señora que vive en una azotea, fue la protagonista de la segunda canción de Declaradas, cuyas componentes se ataviaron con una peluca y una bata para la ocasión.

Al cierre de esta edición, aún faltaban las actuaciones de Los Trapasonesy de Los Serenquenquenes, así como el posterior veredicto del jurado detallando qué agrupaciones pasan a la gran final del certamen que tendrá lugar este sábado.

En cuanto a las tres últimas murgas de la segunda fase, a las que no pudimos aludir en la edición de ayer debido al cierre del períodico, Las Traviesas salieron disfrazadas de payaso murguero para homenajear al Charlot de Las Palmas de Gran Canaria, Santiago García Díaz, y en su primer tema representaron, como si de Fitur se tratase, al Carnaval de la ciudad en Madrid, para quejarse, entre otras cosas, del mal reparto del dinero entre las Islas. La segunda interpretación hizo alusión al postureo.

Los penúltimos del martes en salir al escenario fueron Los Chismosos, que lo hicieron disfrazados de maestros de ceremonia del circo. En su primer tema, simularon una auténtica sala de cine -con butacas incluidas- en la que criticaron a Miguel Ángel Ramírez, a la murga Ni Fú Ni Fá de Tenerife -por un tema que muchos consideraron homófobo- y también aprovecharon para hacerle un reconocimiento al Charlot de la capital.

En su segunda canción, idearon con humor una visita a un todo incluido en el Sur para terminar lanzando el mensaje de que todos los municipios de Gran Canaria deben ser considerados igual de importantes.

Por su parte, Los Nietos de Sarymánchez, que llegaron volando a las tablas, disfrazados de aviadores de los años 20, en su primera interpretación, como comerciales -con chaqueta y corbata-, criticaron a los políticos y a los tinerfeños. Con la segunda, apostaron por que también se puede ser feliz sin hacer tanto ejercicio, a diferencia de las personas que se pasan horas y horas metidas dentro de un gimnasio.