Bajo la noche oscura de Telde, en un ambiente de magia y hechizos, más de un conjuro hipnotizó al público testigo de la apertura del Carnaval del municipio. Con sus trajes de hechiceras, sus bolas de cristal y un caldero para la magia hacer llegar, la murga Las Golisnionas invitaron a los allí presentes a recordar esta fiesta en el pasado que de máscaras y simpleza inundaban el lugar. Este año, la plaza de San Juan fue testigo del comienzo de una de las celebraciones más esperadas en la ciudad y, con la luna observando y el fresco presente, quedó inaugurado el acontecimiento que llenará de purpurina, durante ocho días, las calles teldenses.

Con sus disfraces, acorde con un ambiente de brujas, las pregoneras se mezclaron, ayer, entre los espectadores para hechizarlos con su receta mágica. Libros de brujería y la güija son algunos instrumentos que acercaron a mayores y niños para crear un paisaje encantado. Tras un cántico de presentación y un clima expectante, seis de las componentes de la murga protagonista se subieron al escenario para transportar a cada uno de los presentes a una Telde del pasado en la que los Carnavales eran simples y "maravillosos". Con su diálogo y hechizo, fueron capaces de embrujar a la plaza entera.

"Abre los ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida", bromearon Las Golisnionas al intento de llevar a cabo su conjuro ante la afirmación del público que, bajo alguna estrella en el cielo que lo hacía aún más emocionante, quería retroceder en el tiempo para encontrarse con el 'antes' de la fiesta a punto de empezar.

Una reunión imaginara con la agrupación murguera Los Remuderos, recordando a Sebastián Santana 'Chano' o Angelito Santana, entre otros, así como a sus familias, fundadores de esta murga de gran repercusión en el municipio y que abrió camino a los Pejigueras. Un homenaje a los pioneros en la ciudad de este hobby y a las costureras y trabajadores que, con ilusión, hicieron el festejo posible.

"Desde Telde hasta el Estadio Insular, pasando por la cárcel, haciendo un papel importante en la sociedad y actuando en el gran Parque de Santa Catalina", recordaron las pregoneras haciendo referencia a los escenarios pisados por estos componentes de antaño.

Nombran, también, a la murga Tutti Frutti y Caña Dulce, a los que agradecen, junto al resto, su aportación al Carnaval de Telde, y a los que consideran protagonistas de los primeros pasos que tanto ellas como las otras murgas han seguido para hacer honor a la cantidad de trabajo, esfuerzo y sudor.

Pero, como bien dijeron, "no todo son murgas", y, así, hicieron un recorrido en el tiempo por las batucadas, los bailes de mascaritas, las verbenas, los encuentros en El Casino, y las diferentes temáticas que han encabezado cada una de las ediciones de este Carnaval. Es entonces cuando destacan el asunto que viste este año la fiesta, valorando que se haya optado por lo económico para favorecer que las familias teldenses reciban mejores servicios sociales. Recalcan que "no es necesario un escenario costoso" para gozar de una fiesta de salir a la calle a disfrutar.

Antes de desear un "feliz Carnaval" a los presentes, los invitaron a ser felices y vivir la semana con ilusión, responsabilidad y purpurina a flor de piel. La respuesta de aplausos y rostros emocionados indicaban que, por fin, todo ha comenzado, y que lo hizo de la mejor manera posible, con risas y sonrisa tras el diálogo embrujador de las murgueras y sus cánticos capaces de transportar a otra época.

De vuelta, en 2016 y con el Carnaval inaugurado, los teldenses y foráneos se quedaron en el Baile de Piñata tradicional, deslucido por una repentina lluvia, que obligó a sacar los paraguas durante un rato. Mayores, jóvenes y niños vivieron una noche mágica, donde la pregunta más escuchada fue, sin duda, "mascarita, ¿me conoces?"