La cantante Rosana se desquitó anoche en Santa Ana de dos espinitas: tener un selfie con uno de los perros de la plaza y subirse a una carroza. Y todo ello minutos antes de pregonar el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. La compositora lanzaroteña, vestida a los Janis Joplin -la cantante estadounidense de rock and roll y blues y musa de la contracultura de los años 60-, invitó a ciudadanos y turistas a "hacer el Carnaval y no la guerra".

La compositora lanzaroteña, a la que hubo que esperar más de un cuarto de hora para que la Televisión Canaria conectará en directo con el acto, sorprendió al público al entrar por el centro de la misma plaza antes de subirse al escenario después de llegar en la carroza anunciadora, que desfiló desde el Gabinete Literario hasta las puertas de la Catedral.

Arrancaba así La eterna primavera, sin miedo a las previsiones de lluvia y viento anunciadas para el fin de semana por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Aunque no obstante el Ayuntamiento ha aplazado el concurso de comparsas infantiles, previsto para hoy, por la alerta decretada por la Aemet en el Archipiélago.

Ninguno de dichos fenómenos atmosféricos se presentó, sin embargo, sobre el escenario de Santa Ana, donde a la artista la esperaban las aún Reina, Paula Miranda, Drag, Grimassira Maeva, y la Gran Dama, Carmen Martín, junto a las y los aspirantes a los mencionados tronos, además de representantes de murgas, comparsas y personajes de las carnestolendas.

"¿A ver si voy a ser la única que ha venido disfrazada y se van a reír de mi?", decía la artista, mientras avanzada por entre la gente, que la paraba para hacerse un selfie tras selfie . "Que no me gristes así, que no vas a llegar al entierro", puntualizaba a otro asistente al acto que la pedía una fotografía con el móvil. Hasta que, por fin, la artista descubrió a una mascarita entre el público. "¡Bien¡ Alguien disfrazado; ya no soy la única".

Con más de dos décadas sobre el escenario y con diez álbunes en el mercado, Rosana derrochó simpatía durante su trayecto hacia el escenario. Sobre el mismo desempolvó sus recuerdos de infancia del Carnaval en su isla de Lanzarote. "Mis recuerdos me llevan a mi familia y a mis amigos, a mi tierra, Lanzarote. Huelen a calamar asado y manzanas; en mi tierra decimos pota asada, a manzanas de caramelo", dijo la artista de éxitos como El Talismán, Pa' Ti no Estoy, A fuego lento, Si tú no estás; entre otros.

Sus padres

Con la voz entrecortada, la cantante contó que el Carnaval tenía para ella "recuerdos agridulces" porque su padre, que era armador y al que le gustaba mucho ponerse la mascarita, no siempre estaba en esas fechas en casa. Para subsanarlo, rememoró que su madre la disfrazada y la hacía una foto que enviaban a su progenitor,donde ella escribía unas palabras.

"Prohibido reírse; hasta esta mañana no estaba muy segura de enseñarla", señaló la artista antes de mostrar a los presentes una foto en blanco y negro en la que se le veía, con pocos años, vestida con un mantón y un gran abanico. "Llevo una peluca; no se vayan a pensar que tenía tanto pelo", puntualizó la artista, conocida por su melena, arrancando una sonrisa entre el público.

La artista, que tras el Carnaval iniciará gira por América Latina con su nuevo álbum En la memoria de la piel, no interpretó ninguna canción durante su alocución, aunque indicó que algunas canciones se habían fraguado en las noches de fiesta.

Transportándose a la época a la que recuerda la alegoría del Carnaval -los años 60- y comparándola con el tiempo en el que vivimos, la cantautora pidió "más amor y revolución y que las guerras se silencien". Y el público se lo agradeció con un aplauso, después de lo cual la cantante se arrancó a decir unos versos de su Corazón desabrochado. "¡¡Haz el Carnaval y no la guerra!!", gritó.

Rosana invitó a la gente a "perder la vergüenza", disfrazarse y salir a la calle a disfrutar de algunas cosas que solo se dan en Carnaval. Como, por ejemplo, "que te estés pintando el ojo y se meta la purpurina"; el que te digan "¡Te espero en los chiringuitos¡"; el esperar a la guagua y decir ¿cuándo va pasar una vacía?" o ver a "la gente haciendo pis en las esquinas". "Esas cosas hay que vivirlas", remarcó la artista. Y nada mejor para ello que el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, donde hay "tanta gente de puta madre", se atrevió a decir.

La cantante, que ofreció un concierto al terminar su pregón, se despidió del público recordando a los protagonistas de la fiesta: los aspirantes a los cetros de Reina y Drag, así como a los 1.500 murgueros y 600 bailarines y demás mascaritas que ponen alegría y diversión a las carnestolendas.