La Plaza de Teguise vivió en la noche del viernes uno de los actos más originales de su Carnaval. Grupos del Carnaval tradicional de Canarias y la agrupación Las Pantallas de Xinxo de Limia de Ourense se dieron cita en el centro del pueblo para rememorar la celebración de estas fiestas tal y como se concebían hace siglos. Cientos de personas se congregaron en la Plaza de La Villa y disfrutaron del espectáculo que organizó el Departamento de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Teguise.

Por las calles de casco histórico fueron apareciendo hasta llegar a la Plaza de La Constitución, la Parranda Los Buches y sus danzarines, que corrieron y embistieron a quienes encontraban delante, los Toros de Tao y Tiagua, y el Carnaval Tradicional de la Aldea, que exhibió sus zaleas de cabra al tiempo que danzaban y hacían sonar sus cencerros.

Otra de las agrupaciones del Carnaval tradicional de las islas, Los Empolvados de La Palma, llegaron a Teguise dispuestos a llenar de polvos talco a sus vecinos. Por su parte, el Mataculebra de Tenerife escenificó a ritmo de tambor su particular ritual de matar a la culebra protagonizado por los esclavos.

Las Pantallas de Xinzo de Limia con su colorida indumentaria, originales máscaras y rápidos movimientos llenaron de ruido las calles de La Villa haciendo sonar sus campanas y las vejigas de animal infladas que hacen chocar en el aire.

La agrupación Los Diabletes de Teguise, anfitrión de la fiesta, puso en escena su baile tradicional para cerrar el acto del Carnaval tradicional. Su atávico disfraz, sus esquilas y sobre todo los zurrones que emplean para pegar a la gente impactaron al público y a los más pequeños.

La Parranda Raíces, que puso música durante toda la noche, fue también la encargada de amenizar el baile de máscaras con el que vecinos y visitantes culminaron una velada muy especial dentro del Carnaval.

Un Carnaval con mucha tradición

Aunque de primigenio origen pagano, el Carnaval está ligado al ciclo católico. Tránsito entre la Navidad y la Cuaresma, en Canarias antiguamente se celebraba ya desde el mes de enero. Así lo atestiguan diversas referencias como la de José de Olivera que, a mediados del siglo XIX narra los bailes que se celebraban desde el 17 de enero en la lagunera sociedad El Porvenir. Asimismo, eran habituales las mascaradas, que tenían lugar en Navidad y en la Candelaria, el 2 de febrero.

La fiesta tradicional e histórica está llena de manifestaciones que poco tienen que ver con el concepto actual del carnaval. El historiador Manuel Hernández cuenta de la celebración de los llamados bailes de Compadres y Comadres, los jueves anteriores al martes de carnaval. Por otra parte, Domingo J. Navarro narra cómo en Gran Canaria se divertían tirando huevos de talco, jeringazos de agua sucia, bailando malagueñas y folías y comiendo adobo y arroz con leche.