Borja Casillas, más conocido como Drag Sethlas, afronta las polémicas suscitadas por su transgresora actuación con tranquilidad. Este joven de 26 años, amante de la danza y el hip hop, ha estudiado magisterio infantil y quiere conseguir dar clases de religión porque le gusta.

¿Qué sintió en la Gala? ¿Alguna diferencia con la preselección?

Ninguna, me sentí igual de arropado y cómodo. Mi miedo era pasar la pre. Una vez pasada y la respuesta del público fuera la que fuese, yo ya tenía el resultado satisfactorio.

¿Cómo y cuándo se planteó su fantasía?

Es un espectáculo que tenía en mente hace muchos años. Si yo hubiera ganado anteriormente, esta apuesta habría sido mi despedida de la corona. Como el año pasado quedé segundo, decidí ir a concurso con ella. En mayo me fui a Estambul para comprar todos los materiales del vestuario, allí hay mucha calidad. Pasado el verano nos pusimos con la música, el espectáculo, la coreografía. La idea en sí surgió de la nada, me dije "algo diferente", algo que, creo, el público pide, porque es un tema que nadie se atreve a hacer. Antes de que lo haga otra persona me arriesgo y lo hago.

¿Cómo reacciona a toda la polémica creada en torno a su espectáculo?

Doy las gracias, porque al fin y al cabo esto es Carnaval y es lo que se pretendía. Queríamos que la gente hablara, seguramente hay muchas personas que me apoyan, otras que no, pero gracias. En absoluto pretendía ofender a nadie, ni mucho menos. Simplemente es algo que, creo, la gente tenía ganas de ver, que necesitaba este Carnaval. Y la gente lo ha aplaudido.

Entonces, ¿asegura que buscaba polémica?

Si, buscaba polémica y mucha, mucha transgresión, algo que he conseguido.

¿Qué diría a las personas que han podido verse ofendidas por su actuación? Algunos dicen que no se habría atrevido con una representación del Islam.

Al igual que yo los respeto, que ellos me respeten a mí. Respeto y tolerancia. No lo he hecho con ninguna mala intención, es algo que me ha salido del corazón, espero que me perdonen y no se hayan sentido mal. Hay que abrir un poco la mente, estamos en el siglo XXI y la libertad de expresión es algo fundamental.

Entrando en su vida privada, ¿a qué se dedica?

He estudiado magisterio infantil. En estos momentos estoy haciendo una adaptación que se llama Declaración Eclesiástica de Competencia Académica para poder dar clase de religión en colegios concertados y privados.

¿Cree que van a contratarle como profesor de religión después de este número?

Yo espero que sí, porque hay que saber separar la profesionalidad de otras cosas y me considero un buen profesional.

¿Se considera una persona creyente?

Soy una persona agnóstica, ni creo ni dejo de creer en nada. Creo que hay algo que nos espera arriba y sea lo que sea está bien para nosotros.

Entonces, ¿simplemente le gusta el tema religioso?

Creo que es historia, al igual que hay gente que le gusta la historia o la geografía, creo que hay cosas que están ahí, están escritas, y esta es una forma de poder conocerla.

¿Se trató de un guiño a la Iglesia con respecto a su postura ante la homosexualidad y la libertad sexual?

Para mí ha sido una forma de expresarme. No ha sido venga, vamos a molestarles. Una representación artística y ya está, el arte es el arte. A Madonna en su día le dijeron de todo, al fin y al cabo ella hizo lo que sentía y considero que he hecho lo mismo.

Entonces, ¿no había ninguna doble moral?

No lo he hecho con ninguna doble moral, solo con buena intención, con corazón y con mucho arte.