El mundo del Carnaval lo forman multitud de personas y colectivos. Más allá de los grandes grupos, existen pequeños artistas que dan su propio punto de vista y aportan luz y color a la fiesta. La italiana Alessia Zancan desembarcó en Gran Canaria hace dos semanas con un proyecto: pintar caras durante las carnestolendas. Con pinceles y maquillaje corporal en una mochila, la joven se montó un pequeño puesto en el parque Santa Catalina a la espera de una oleada de mascaritas. "Se trata de contribuir a la cultura local, mostrar al público el proceso y fomentar una fiesta más artesanal", relata.

Todo empezó cuando un amigo le comentó que probara suerte en los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria. Alessia se dedica en su país a realizar talleres infantiles, crea juguetes con material reciclado y se atreve también con el bodypainting. Pensó que llevar acabo esa idea, la de pintar caras por Carnaval, era algo normal. Al principio tuvo pequeños problemas con la policía, pues carecía de licencia para montar un puesto. "Me invitaban a moverme de lugar", asegura. No obstante, consiguió después un permiso municipal, pero su intención de cara al futuro sería participar de una forma más organizada. "Estaría bien tener un punto de referencia, que la gente pueda distinguirlo", señala.

Su "expresión artística", como ella misma define a su trabajo, tuvo éxito. Fueron muchos los turistas y vecinos de la capital quienes se acercaron hasta el puesto. Algunos ya iban con una idea hecha, pero otros se dejaron llevar. "Me decían voy disfrazado de esto, y preguntaban en plan qué puedes hacerme, pero la mayoría me indicó un color o algo más general y así me dejaban crear", matiza. No obstante, las máscaras de muertos fueron fueron la fantasía más recurrente, tanto, que se le acabó la pintura blanca.

Durante estas últimas semanas la artista se ha movido por Santa Catalina, Vegueta y Las Canteras para buscar el mejor lienzo humano. Su buen hacer tuvo buena acogida entre el público, "llegaron a discutir algunos por ver quién iba primero", señala. Hasta un señor mayor en silla de ruedas esperó su turno en mitad del parque.

En todo momento ha utilizado pinturas y pinceles especiales para el face painting, o pinta caras. Precisamente, se recorrió media ciudad buscando el material adecuado cuando se le acabó el color blanco. "No utilizo marcas ni productos que no conozco, no quiero arriesgarme", matiza.

Aunque esta joven estudió Urbanismo, descubrió de "casualidad" en un cumpleaños que le encantaba pintar caras y jugar con los niños. Desde entonces no ha parado hasta llegar a Gran Canaria con el proyecto de poner su propio granito de arena a un carnaval reconocido fuera; una tarea en la que ha contado con la ayuda del comunicador colombiano, residente en la isla, Juan Camilo Cárdenas.