Cuando a Luis Casimiro, técnico del Herbalife Gran Canaria, le sacaron la retahíla de hitos que ha logrado a lo largo de su vida el equipo amarillo en Vitoria, él le restó importancia. "La historia poco tiene que ver con la eliminatoria", decía. Agarrarse a la gloria del pasado, en parte, no sirve más que para regocijarse en un tiempo pretérito que ya no volverá, que ya tuvo su momento. Pero en la memoria colectiva del Granca cada vez que pisa Álava saltan, casi sin querer, algunos de sus grandes golpes en la élite del baloncesto nacional.

Hoy (19.00 horas, Movistar Plus) el Herbalife vuelve al Fernando Buesa Arena, el lugar que le dio la gloria en septiembre, testigo inerte de su Supercopa, el primer título se su más de medio siglo de existencia. El objetivo que tiene entre manos: dar primero al Baskonia en la serie de los cuartos de final del Playoff por el título de la Liga Endesa.

Todo en la misma ciudad que lo elevó a los altares con un título; donde por primera vez supo lo que era ganar fuera de su pista en la ACB; donde se colaron, también por primera ocasión, en las semifinales de la Copa del Rey -tras tumbar al Bilbao Basket- y en las semifinales de la Liga Endesa tras acabar por 1-2 al Baskonia. Por eso, aunque el pasado de poco valga ahora, Vitoria respira magia para el Herbalife.

Sin embargo, Vitoria no guarda solo memorias impolutas. La era Casimiro, que se inició con la Supercopa 2016 en septiembre, también esconde en la capital alavesa el tropiezo en la Copa del Rey frente al Valencia Basket. Pero la mayor decepción claretiana del año queda tan lejos como todo lo que ha ocurrido en Vitoria en los últimos años.

Porque la reedición de los cuartos de final del año pasado es un capítulo nuevo. El último precedente entre ambos es de apenas hace un mes, cuando el Baskonia, tras caer en los otros dos partidos del curso ante el Granca -semifinal de la Supercopa y primera vuelta en la Isla-, pudo ganar a los amarillos por 95-90. Desde entonces, el equipo de Sito Alonso sumó cuatro victorias más y solo una derrota -frente a Unicaja-. Por su parte, los amarillos salieron del Buesa Arena para ganar tres partidos, sucumbir en otro -contra el Fuenlabrada- y descansar en la penúltima jornada.

El Herbalife Gran Canaria llega a la cita con todo. Con Sasu Salin recuperado de sus problemas en el tobillo y alistado para la cita, el equipo de Casimiro, que llegó ayer a media tarde a Vitoria para completar su último entrenamiento antes del envite, tiene ganas de dar el zarpazo inicial.

Sito Alonso, técnico baskonista, no puede decir lo mismo. En apenas un par de semanas ha perdido al base Rafa Luz y al alero Chase Budinger. Todo tras cortar la última semana de abril al fichaje estrella del club el pasado mercado veraniego: Andrea Bargnani, número uno del draft de la NBA en 2006.

El fichaje de Ricky Ledo

Un problema que el Baskonia ha subsanado esta semana con otro ex NBA, el exterior Ricky Ledo, procedente del Yesilgiresun de Turquía. Allí ha dejado 21,2 puntos y 6,3 rebotes de media por partido. Una capacidad ofensiva que le ha valido para ser el máximo anotador de la competición otomana. todo con exhibiciones sobresalientes, como los 40 puntos con nueve triples que se sacó ante el Banvit, subcampeón de la FIBA Champions League. Casi nada.

La de Ricky Ledo es la última individualidad de un equipo que va sobrado de talento. Este verano, el club tuvo que recomponerse por completo tras afrontar salidas como las de Mike James, Darius Adams, Davis Bertans o el MVP del pasado curso, Ioannis Bourousis.

Porque con la llegada de hombres como Shane Larkin (14.2 puntos, 4.9 asistencias y 1.4 robos por partido) o Rodrigue Beaubois (12.2 puntos), más el poder del bloque que formó Velimir Perasovic, liderado por Adam Hanga (11.9 puntos, 4 rebotes y 13.7 de valoración) el Baskonia está llamado a pelear. Y contra eso, el pasado sí que es válido para el Granca. Solo jugar como un equipo le da alas para creer.