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El reportaje

Vitoria, el máster de Óscar Alvarado

El grancanario, que destacó en el Araberri, confía en la remontada del Herbalife ante el Baskonia

Óscar Alvarado, durante un partido de este curso con el Araberri. NOTICIAS DE ÁLAVA

"Estaba entre la espada y la pared. Era mi última bala. Ya me veía dejando el baloncesto". Son palabras de Óscar Alvarado. El base grancanario, con cuatro temporadas de experiencia en el Gran Canaria, admite que el pasado verano se vio "contra las cuerdas". Se frustó a última hora su estancia en el Mallorca y le llegó una oferta del Araberri de Vitoria, el equipo con el presupuesto más bajo de la LEB Oro. El jugador, que participó en la remontada del CB Gran Canaria ante el Baskonia en el 2013 -el equipo amarillo perdió el primer duelo de cuartos de final y ganó los dos siguientes, logrando la única clasificación para 'semis' en la historia del club-, se ha reencontrado con su mejor versión en Vitoria.

"Ha sido lo mejor de mi carrera, he tenido la confianza que no tenía y pude demostrar lo que demostré en etapas anteriores en La Palma o en Gran Canaria. He vuelto a ser feliz en una cancha", asegura el base, que ahora se encuentra lesionado y se recupera en la Isla. Solo se perdió la última jornada y podrá estar en forma para la próxima temporada, para la que espera ofertas interesantes, pues firmó un año con el Araberri. Allí se convirtió en el segundo máximo asistente de la LEB Oro y en el primero en el ratio de asistencias por pérdida en un conjunto que acabó duodécimo. "El equipo se hizo en tres semanas y logramos ser la revelación. Llegamos a ser segundos, estuvimos muchas jornadas en Playoff y logramos sobradamente el objetivo, que era la permanencia", explica. "Mucha gente nada más llegar a Vitoria me decía que con 25 años ya estaba acabado. Me vi en el límite y salió el carácter que llevo dentro y me inculcó el Granca", añade.

"Quiero demostrar que soy válido para jugar en el equipo de mi tierra, es mi sueño. Pero creo que me queda un año más de madurez, de cocción, de terminar de sacar mi juego. No pienso dar un paso en el que estanque mi carrera, estoy en subida y no quiero frenar", continúa de cara al próximo curso.

Larkin es la clave

En Vitoria pudo presenciar en directo numerosos partidos del Baskonia en el Buesa Arena, club que estuvo cerca de ficharle durante la temporada para ejercer de tercer base en el tramo final del curso. Por eso tiene claro que la clave para que el Gran Canaria pueda lograr la remontada es frenar a Shane Larkin: "Los bases que dominen el partido determinarán el resultado. Todo va a depender de si se juega al ritmo de Larkin o si el Granca es capaz de pararle. Si Albert Oliver se siente cómodo será más fácil para el Granca. Los cuatro bases están en buena forma. Ahora tenemos la calidad de McCalebb, la experiencia de Oliver, los puntos de Larkin y la confianza de Laprovittola. Serán duelos muy bonitos de ver", explica.

Ve "capacitado" al Gran Canaria para meterse en semifinales aunque admite que "el Baskonia ha llegado al final con más gasolina y viene de encontrarse con su mejor nivel en la Euroliga, donde estuvieron cerca de ganar al CSKA". No ve similitudes entre estos dos equipos y los que protagonizaron la remontada en el Playoff del 2013, pero sí cree que "la historia se puede repetir". "En estos años el Granca se ha acercado mucho a los grandes. Nuestra remontada fue más difícil. Si nosotros pudimos, este Granca también puede", sentencia.

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