Con ocho jugadores profesionales, tres de los fichajes -DJ Seeley, Shaquielle McKissic y Ondrej Balvin-, cinco de los que repiten -Albert Oliver, Oriol Paulí, Pablo Aguilar, Eulis Báez y Anzejs Pasecniks- y cuatro canteranos -el lituano Dziugas Slavinskas, el polaco Olek Balcerowski y los grancanarios Paulo Rodríguez y Javi López-, el Herbalife Gran Canaria 2017-18 rompió ayer a sudar.

Hoy se incorporan a la dinámica del grupo el pívot Luke Fischer y el escolta Marcus Eriksson, dos nuevas caras que aterrizaban a última hora del lunes. Ambos inician la pretemporada después de terminar la pasada semana su participación en la fase previa del clasificatorio del Mundial de China 2019 con Armenia y Suecia respectivamente.

Más tardarán en llegar Xavi Rabaseda y Gal Mekel. El primero está a la espera de que Sergio Scariolo, seleccionador de España, decida su inclusión o no en la lista definitiva de cara al Eurobasket, algo que parece tener bastante complicado; en cuanto al base, tendrá que esperar a que termine su participación con Israel en la cita continental para empezar a trabajar con los que van a ser desde ahora sus nuevos compañeros de viaje.

El primer acto de la pretemporada en la pista auxiliar del Gran Canaria Arena estuvo marcado, como suele ser habitual en estos casos, por un exigente trabajo físico comandado por Juanjo Falcón. Antes de saltar a la pista, tiempo de reencuentros en el vestuario y de presentación de los recién llegados ante los nuevos compañeros, que estuvieron bien arropados por la vieja guardia en la sesión matutina de trabajo.

Para empezar hubo doble ración, ya que por la tarde los jugadores volvieron a sudar la gota gorda. Esta será la tónica habitual al menos durante los primeros días, ya que se trata de cargar las pilas al máximo de cara a la exigente e ilusionante temporada que tiene por delante el Granca.

Y para que no resulte muy monótona la preparación, los jugadores cambiarán de escenario algunos días. Por ejemplo, hoy por la mañana trasladarán la oficina al Parque Romano de Las Palmas de Gran Canaria.

La primera parte de la pretemporada es época de ir elevando paulatinamente el tono físico y empezar a asimilar los conceptos de juego que pretende implantar Luis Casimiro. En un segundo tramo, llegarán los encuentros de preparación ante rivales bastante exigentes para, poco a poco, ir engrasando la maquinaria amarilla.

El primero tendrá lugar doce días después del arranque de la preparación. El 2 de septiembre, el Herbalife Gran Canaria medirá fuerzas frente al Iberostar Tenerife, vigente campeón de la Champions League -la tercera competición europea en importancia-. Este derbi regional se enmarca dentro del Torneo Torneo Costa Adeje, en el pabellón Las Torres del municipio turístico tinerfeño.

El 10 de septiembre, los de Luis Casimiro jugarán un partido de entrenamiento a puerta cerrada frente al Ratiopharm Ulm alemán, equipo contra el que se verá las caras en la próxima edición de la Eurocup al coincidir en el mismo grupo. Dos días después, el Granca se enfrentará al Alba de Berlín de Aíto García Reneses en la localidad manchega de Puertollano.

Antes de su participación en el Circuito Movistar de la Liga Endesa que tendrá lugar en Granada entre el 15 y el 17 de septiembre, casi con toda seguridad el Herbalife Gran Canaria jugará un choque en Sevilla.

Luego, rumbo a tierras granadinas para medirse al Unicaja de Málaga de Sasu Salin y James Augustine el 16 y al día siguiente con el desconocido Guaros de Lara venezolano. Será el colofón a la pretemporada a cinco días vista de la semifinal de la Supercopa ante el Madrid.