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Herbalife Gran Canaria El reportaje

Un sueño desde la cuna

El base Javi López, que realiza la pretemporada a falta de Mekel, es uno de los valores principales de la cantera

El base Javi López, canterano del Granca, posa con dos balones en la Sala Club del Gran Canaria Arena. J. PÉREZ CURBELO

Javi López vive estos días un sueño. A sus 18 años, el canterano del Club Baloncesto Gran Canaria realiza la pretemporada con el primer equipo por la ausencia de uno de los bases, Gal Mekel, cuya selección, Israel, acaba de ser eliminada del Eurobasket. No estará mucho tiempo más, pero ya ha asomado la cabeza y pide paso. Con un grado de madurez extraño en un chico de su edad, está convencido de que la clave del éxito, además del talento, está en "sacrificar cosas de la vida". Por eso llega media hora antes a los entrenamientos y se queda una hora más, "para que vean que quieres estar aquí".

Entre otras cosas, "para defender mejor". "Sé que mi punto débil es la defensa, pero voy mejorando poco a poco, defendiendo cada vez mejor al hombre y más atento a las ayudas". Asegura que ha encajado bien en el grupo, que aprende cada día de los jugadores y que lo que más le ha impactado, como cualquiera que pensara hasta un momento dado que el baloncesto era simplemente un juego, es "su rutina y profesionalidad, cómo se toman las cosas". "Es un estilo de vida, eso es lo que les hace grandes", sostiene el joven base.

Javi López quiere dedicarse a esto. Internacional con España desde los 12 años hasta hoy, es uno de los valores principales de la cantera amarilla. Su primera convocatoria con la nacional fue en categoría mini junto a otros 39 niños en Collell (Gerona). "La recuerdo como si fuera ayer. Nos contaban la historia de que por allí habían pasado grandes jugadores como Rabaseda, Pablo Aguilar o Víctor Claver".

Posteriormente, a los 13 años formó parte del quinteto ideal en un torneo en Sant Adrià (Barcelona) y a los 15 participó en otro campeonato en Íscar (Valladolid), hasta que el año pasado jugó el Mundial sub 17 con la 'Roja' y este verano pasado el Europeo sub 18 3x3. Participaciones todas ellas que le auguran un futuro prometedor, a pesar de la dificultad de que un canterano del Granca pueda pertenecer al primer equipo.

"Me lo tomo como un reto, como un objetivo para mí y para todos los niños que vienen de la cantera con ilusión. Trabajo por ellos y por mí", asegura López. "Si tú te entregas y estás al cien por cien en eso, podrá llegar la oportunidad o no, pero mi conciencia estará tranquila porque sé que lo habré intentado y voy a luchar por estar ahí con el primer equipo", sentencia.

La clave, el esfuerzo

El joven base desconoce la explicación de por qué es tan difícil para un canterano llegar arriba, pero sí tiene muy claro y presente que para conseguirlo debe sacrificar muchas cosas. "Hay tanta competencia que al final tienes que hacer algo más, no puedes venir y entrenar sólo tres horas por las tardes. Tienes que sacar un hueco más para ti. Yo no tengo ningún problema en sacrificar cosas de mi vida: amigos, fiestas, familia y lo que sea, porque al final el baloncesto es lo que me gusta y a lo que estoy entregado. Eso es lo que cuesta entender y hay gente que no consigue sacrificar esas cosas", se sincera López.

La dedicación absoluta de Javi López al baloncesto le viene desde la cuna. "Desde que nací tenía un balón en las manos. Será muy típica la expresión, pero es en serio. Criado en una familia con dos hermano mayores que también jugaron en el Gran Canaria -José Luis y Jesús López-, pronto empezó a lanzar a canasta. "De pequeño, viendo a mis hermanos, yendo a sus partidos y saliendo al descanso a tirar, empecé a ver algo en el baloncesto que no veía en otro deporte y me enamoré", confiesa.

Y no tardó mucho más en entregarse definitivamente. "Empecé a jugar en mi colegio, el Canterbury, como una diversión. Luego vi que se me daba bien y empecé a tomármelo en serio", asegura.

Es en esa época cuando aparecieron sus primeros ídolos, más que por lo que él veía, por lo que le contaban tanto José Luis como Jesús. "Jugadores como Magic Johnson o Michael Jordan marcaron una etapa en mis hermanos, siempre hablaban de ellos y veíamos vídeos de ellos". Hoy, sus referentes son Sergio Rodríguez, el "maestro" Albert Oliver, Chris Paul -Rockets- y Kyrie Irving -Celtics-.

Anécdota en Memphis

López guarda un bonito recuerdo de su primer partido de la NBA in situ, cuando su hermano se fue a jugar a un High School en Estados Unidos. Fueron a ver un partido entre Memphis Grizzlies y Phoenix Suns. "Estábamos súper arriba, no se veía nada. Entonces empecé a colarme hacia abajo y me coloqué casi en la primera fila. Mis padres se quedaron en plan: 'dónde está el niño'. Y yo estaba ahí, con seis o siete años, metido por debajo viendo al lado a Pau Gasol, Steve Nash y Juan Carlos Navarro. Me echaron rápido, pero vi un cuarto desde ahí", recuerda con cariño.

Pero ahora el que está en la pista es él y pretende ser el siguiente canterano canario en pasar a formar parte del primer equipo, aunque con paciencia. En los últimos años, sólo cinco lo han conseguido y no todos con éxito. Fabio Santana estuvo en la 12-13 y se fue en enero, en la 13-14 jugó dos partidos y en la 14-15 se lesionó y no volvió a jugar. Por su parte, Añaterve Cruz formó parte de la plantilla en la 13-14, pero sólo hasta febrero. En cambio, Óscar Alvarado (11-15) y Roberto Guerra (01-08 y 12-13) sí que tuvieron más relevancia cuando estuvieron, mientras que Joaquín Portugués jugó varios encuentros en la 14-15.

Javi López se define como un base "que ayuda al equipo". "Ofensivamente puedo aportar puntos, asistencias o lo que me pida el equipo. Si me pide correr, corro, si me pide pausa, lo tomamos con más tranquilidad", sostiene. El base asegura tener el beneplácito de Luis Casimiro. "Me dice que siga trabajando, que tengo que apretar un poquito más en defensa y que están contentos". Y el mejor consejo que le han dado es "dar el 100 por 100. Lo que nos dice siempre el míster: 'les pido dos horas al día". Él regala muchas más. Todo sea por cumplir un sueño.

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