La Supercopa de Gran Canaria que arranca mañana eleva todavía más su caché por los equipos que la disputan. La primera gran cita de la temporada reúne nada más y nada menos que a cuatro campeones de la campaña pasada, un elenco difícil de mejorar. Son: el Herbalife Gran Canaria (Supercopa), el Real Madrid (Copa del Rey), el Valencia Basket (Liga Endesa) y el Unicaja Málaga (Eurocup), que se presentan a esta décimo cuarta edición del torneo -en el formato original- con sus plantillas más o menos renovadas.

El azar ha querido enfrentar en las semifinales de mañana al campeón de la Supercopa y al de la Copa del Rey (Herbalife Gran Canaria-Real Madrid, 21.00 horas), por un lado, y al ganador de la Liga Endesa y al de la Eurocup (Valencia-Unicaja, 18.30), por otro. Los vencedores de ambos encuentros se verán las caras en la gran final del sábado (18.30).

El primer título de la 17-18 supone además para el Granca un doble aliciente: volver a levantar un trofeo que ya ganó la temporada pasada en Vitoria y ser el primer equipo en conquistar la Supercopa siendo el anfitrión. "De aquel título ya casi ni nos acordamos, porque ha pasado un año y ha habido muchas vivencias por el medio, pero no es fácil conseguirlo ante tu afición porque no lo ha logrado nadie, ni siquiera los equipos de bastante nivel", sostiene Luis Casimiro.

Para lograrlo, la dirección deportiva y el técnico han confeccionado un nuevo grupo con seis fichajes que, sobre el papel, suponen un salto de calidad respecto a la plantilla del curso pasado.

Los claretianos llevan desde el pasado 21 de agosto preparando el envite del Gran Canaria Arena. Justo un mes con el objetivo de llegar en la mejor forma posible y de conseguir que los jugadores, sobre todo los nuevos, asimilen los conceptos del juego que el técnico quiere ejecutar en la cancha. Debido a diferentes compromisos internacionales, Casimiro no ha podido trabajar con el grupo al completo hasta la semana pasada. Sin embargo, asegura: "Creo que llegamos bien al partido porque hemos evolucionado a nivel físico y táctico".

El Granca, con 6 fichajes

El renovado Granca cuenta con seis caras nuevas y otras tantas bajas. El israelí Gal Mekel llega para sustituir a Bo McCalebb en la posición de base. El estadounidense -con pasaporte azerí- Shaquielle McKissic es el encargado de hacer olvidar a Royce O'Neale como alero. Por su parte, el sueco Marcus Eriksson y el estadounidense DJ Seeley, que vuelve, tienen la misión de anotar los puntos desde el exterior, trabajo que venían realizando Sasu Salin y Kyle Kuric. Y en la pintura, el también estadounidense Luke Fischer y el checo Ondrej Balvin refuerzan la zona ante la marcha de Hendrix y Planinic.

Junto a ellos, la vieja guardia. Albert Oliver, Xavi Rabaseda, Oriol Paulí, Pablo Aguilar, Anzejs Pasecniks y el capitán Eulis Báez. En líneas generales, un Granca con mejor juego interior y exterior y con la duda en la dirección del juego. "

El Madrid, sin Llull

El rival de los amarillos, el Real Madrid, acude a la cita sin su gran estrella, el base Sergio Llull, lesionado de gravedad en la rodilla durante un partido con la selección en la previa del Eurobasket. El problema del entrenador Pablo Laso podría ser peor si se confirma que no puede contar con el otro creador de juego, Luka Doncic, proclamado campeón de Europa con Eslovenia el domingo pasado. La joven estrella de 18 años sufrió un esguince de tobillo durante la final y será duda hasta última hora.

Ante tales circunstancias emerge la figura del argentino Facundo Campazzo, que regresa después de una temporada cedido en el UCAM Murcia. El internacional deberá asumir más que nunca el liderazgo del juego de su equipo. Las otras incorporaciones son las de los aleros Fabien Causeur, Dino Radoncic y Santi Yusta -que vuelve tras cesión en el Obradoiro- y la del pívot Ognjen Kuzmic.

Por tanto, pocos refuerzos en un Real Madrid que cuenta con jugadores de primer nivel como Rudy Fernández, Felipe Reyes, Anthony Randolph o Jaycee Carroll, consolidados en un equipo que el curso pasado ganó la Copa y cayó en las finales del campeonato nacional y de la Euroliga, y que es el gran favorito en la semifinal ante el Granca.

Valencia y Unicaja

A priori, el otro encuentro de 'semis' entre Valencia y Unicaja está más equilibrado. Ambos equipos ya se enfrentaron en la final de la Eurocup la campaña pasada y los malagueños salieron vencedores en el tercer y definitivo partido de la serie en la cancha valencianista, por lo que el conjunto taronja tiene ánimo de revancha.

Sin embargo, es el conjunto que más ha cambiado respecto a la temporada anterior porque es el único de los cuatro que participan en la Supercopa que ha cambiado de inquilino en el banquillo. Txus Vidorreta, vencedor de la Liga de Campeones con el Iberostar Tenerife -primer título en la historia del club- sustituye a Pedro Martínez, que logró el casi imposible reto de ganar la Liga Endesa.

Los valencianos mantienen en la plantilla a sus pilares básicos: Rafa Martínez, Antoine Diot, Joan Sastre, Fernando San Emeterio o Bojan Dubljevic, pero además se han reforzado con Doornekamp, Abalde, Williams, Pleiss y Erick Green, que proviene del Olympiakos y está llamado a ser una de las grandes estrellas no sólo de la Supercopa, sino de todos los campeonatos que dispute.

Su duelo con Ray McCallum, el fichaje más importante del Unicaja, será el gran aliciente de la primera semifinal. El jugador ha promediado 20 puntos durante la pretemporada y también apunta a ser una de las grandes revelaciones del panorama baloncestístico.

Sin embargo, la fuerza principal del equipo andaluz sigue estando en el banquillo, con la dirección de Joan Plaza, y en las manos de Nemanja Nedovic, su gran estrella. El Unicaja se ha reforzado con James Augustine, ex del Granca, Giorgi Shermadini, de los más valorados la temporada pasada, Milosavljevic, Soluade y Sasu Salin, que regresa al Gran Canaria Arena.

La Supercopa se presenta, por tanto, con muchos alicientes y promete espectáculo. Con cuatro campeones, no es para menos.