El Herbalife Gran Canaria, en 2016, escribía en Vitoria la página más brillante de su historia. El conjunto amarillo lograba el primer título oficial en la élite del baloncesto español con la consecución de la Supercopa Endesa tras vencer en la final del torneo al conjunto anfitrión, el Baskonia, en la gran final. Ahora, justo un año después, al cuadro claretiano le toca defender el cetro conquistado con honores en la capital vasca. Y lo hará ante su afición.

El todopoderoso Real Madrid es el primer escollo con el que se topa el equipo dirigido por Luis Casimiro. El actual campeón se mide hoy a la escuadra madridista a partir de la 21.00 horas (Movistar+) en el coliseo de Siete Palmas dentro de la segunda semifinal de la cita que alza el telón de la temporada 2017-18 en la competición nacional. La primera semi enfrenta al Unicaja Málaga con el Valencia Basket desde las 18.30 horas en el mismo escenario (Movistar+). Los vencedores se citan para mañana sábado para dilucidar el ganador de 2017.

Este choque ante el Real Madrid supone el estreno del Herbalife Gran Canaria ante su afición, que durante la pretemporada no ha tenido la opción de disfrutar del nuevo proyecto del conjunto grancanario. Así pues, Gal Mekel, DJ Seeley, Shaquielle McKissic, Marcus Eriksson, Ondrej Balvin y Luke Fischer, las seis incorporaciones que ha realizado el Granca para este curso que ahora se pone en marcha, tendrán un debut a lo grande ante la marea amarilla.

Como suele suceder cada campaña, la Supercopa crea incertidumbre en cuanto al momento de forma en el que llegan los cuatro contendientes a la cita, con la maquinaría aún poco engrasada por una falta de rodaje lógica a estas alturas del año. Quizás por ello, el primer torneo oficial de la temporada cuenta con un atractivo extra.

Los favoritismos quedan en papel mojado. Y si no que se lo digan al Herbalife Gran Canaria en la edición de 2016. El equipo grancanario llegaba a Vitoria con la piel de cordero puesta y al final levantaba contra pronóstico el trofeo.

Sin esa capacidad de sorpresa, los amarillos también deben lidiar con la maldición que persigue en esta competición al equipo organizador. Ninguno hasta ahora ha podido conquistar la Supercopa ante su afición.

Pero más allá de cenicientas y gafes, hay que aferrarse a la ilusión que ha generado este Herbalife durante la pretemporada. El cuadro claretiano únicamente caía en su primer partido, contra el Iberostar en Tenerife. A partir de ahí, triunfos ante los conjuntos alemanes del Ratiopharm Ulm y del Alba Berlín, el Unicaja Málaga y el Guaros de Lara venezolano.

En estos choques, las incorporaciones han rendido de forma satisfactoria. Marcus Eriksson, que mañana estará en el concurso de triples, ha refrendado sus cualidades de tirador nato. Shaquielle McKissic aporta vigor defensivo y rapidez, mientras que los centímetros de Ondrej Balvin y Luke Fischer ayudan a que el juego interior del Granca gane en poderío. Hasta el base Gal Mekel, último en incorporarse tras su participación en el Eurobasket con Israel, dejó pinceladas interesantes el pasado fin de semana en el Circuito Movistar de Granada.

A ello hay que sumar la fiabilidad de los jugadores que continúan en plantilla, o sea, la cuota nacional (Albert Oliver, Oriol Paulí, Xavi Rabaseda y Pablo Aguilar) más el capitán Eulis Báez y Anzejs Pasecniks, al que podemos considerar como refuerzo tras renunciar a la NBA este verano tras ser elegido en la primera ronda del draft.

La duda de Doncic

Enfrente los amarillos tendrán a un Real Madrid mermado por la baja de Sergio Llull y la lesión del fenómeno Luka Doncic, la gran sensación del reciente Europeo cuya lesión de tobillo en la final parece que le impedirá actuar esta noche, aunque ha viajado y no está totalmente descartado.

A pesar de ello, el equipo blanco sigue teniendo potencial para asustar. A los ya consagrados Rudy Fernández, Felipe Reyes, Anthony Randolph, Jaycee Carroll o Campazzo -base cedido en el UCAM Murcia las últimas temporadas-, Pablo Laso ha completado el plantel con los fichajes de Fabien Causeur y Ognjen Kuzmic, así como el canterano Radoncic. El técnico confirma que su equipo no viene de paseo a Gran Canaria, porque considera que la Supercopa es un título oficial por el que un club como el Madrid tiene la obligación de pelear.