El Herbalife Gran Canaria lo ha vuelto a hacer. El conjunto amarillo, por segundo año consecutivo, se encuentra a un paso de levantar el primer título oficial de la temporada española. El recuerdo de Vitoria 2016 ronda de nuevo la mente de los aficionados amarillos. Falta un único escollo por salvar, y éste no es moco de pavo. Enfrente tendrá hoy a uno de sus cocos particulares en los últimos tiempos, el Valencia Basket, que llega a esta competición con la vitola de haber ganado la Liga Endesa el pasado ejercicio.

El coliseo de Siete Palmas viste hoy, a partir de las 18.30 horas (Movistar+), sus mejores galas para intentar llevar en volandas a los suyos a otra victoria histórica, y poner fin a esa maldición que pesa sobre el organizador , esa que dice que el anfitrión nunca logra conquistarla.

Pero por lo demostrado ayer por el Granca en la semifinal que le midió al Real Madrid, al que derrotaba (73-64), el sueño de lograr el segundo título en la historia del club se antoja plausible. Ante los blancos, los pupilos de Luis Casimiro demostraron llegar un punto por delante a esta cita.

Entre las caras nuevas en el equipo amarillo, destacaban, dentro del buen nivel general de todo el conjunto, el base Gal Mekel (11 puntos) y el pívot Luke Fischer (10), que firmaron un excelente debut con la amarilla. Entre los viejos conocidos, Anzejs Pasecniks (11) completaba una excelente actuación, como también el capitán claretiano Eulis Báez (19 de valoración).

En el cuadro blanco, únicamente se salvaron el mejicano Gustavo Ayón y el empuje final de Carroll. Los de Laso notaron en demasía la ausencia de Llull y la escasa aportación de un mermado Doncic.

Albert Oliver, DJ Seeley, Shaquielle McKissic , Eulis Báez y Anzejs Pasecniks conformaron el primer cinco inicial del Granca en su estreno oficial de la temporada 2017-18. El conjunto amarillo, tras el 0-2 conseguido por Jeff Taylor, tomaba la delanteraen el marcador para no abandonarla hasta el bocinazo final con el 73-64.

Al 0-2 respondían los de Luis Casimiro con triples de Eulis Báez y Shaquielle McKissic para poner el 6-2. Los amarillos sacaban partido de su juego más coral ante un conjunto madridista que basaba su juego en el poderío del juego interior, ante las complicaciones que le planteaba su adversario para encontrar un juego fluido por fuera.

Mientras, los locales mantenían su alto ritmo, con un juego rápido. El mate de Anzejs Pasecniks tras el pase mirando hacia el otro lado de Albert Oliver ejemplarizaba esa situación. Además, se mantenía el acierto desde la línea de 6,75.

Uno de DJ Seeley colocaba el 11-5. Gustavo Ayón y Anthony Randolph sostenían al Madrid, mientras que Anzejs Pasecniks dejaba el 13-9 en el electrónico a falta de cinco minutos para la conclusión del primer cuarto.

A partir de ahí, y con los primeros movimientos en los banquillos, el Granca pisaba el acelerador. Otro triple, esta vez de DJ Seeley, ponía a los locales nueve arriba a 2.17. El acto inaugural lo cerraba un inspirado Gal Mekel para dejar en siete la ventaja amarilla (24-17).

En el segundo cuarto, con un Herbalife Gran Canaria mostrando equilibrio entre el juego interior y el exterior, seguía manteniendo a raya al Real Madrid de Laso. A cinco minutos para llegar al descanso volvían los nueve puntos de diferencia, que se mantendrían hasta llegar al descanso (37-28) después de un parcial corto de 13-11, que demuestra que los pupilos de Luis Casimiro mostraban la misma intensidad delante y detrás.

En la reanudación, espectacular salida del Granca. Bajo la batuta de Gal Mekel, los amarillos firmaron un arranque intratable en todos los apartados del juego. Asfixiaba al cuadro blanco en defensa, lo que permitía ampliar las diferencias hasta los trece puntos después de los aciertos de Eulis Báez y Anzejs Pasecniks. Gustavo Ayón, cómo no, entraba en escena para reactivar a un Real Madrid superado.

Reacción merengue

Surgía entonces la figura de Shaquielle McKissic. Cinco puntos consecutivos mantenían al Herbalife al mando: 46-30. La ligera reacción madridista, culminada por Jaycee Carroll, no impedía que el Granca conservara una cómoda ventaja para adentrarse con ciertas garantías en el último acto (51-39).

Y en eso que apareció el ciclón Luke Fischer. En el duelo que significaba su debut en el baloncesto, el pívot estadounidense del cuadro claretiano, que estaba siendo de los destacados, se erigía en protagonista principal del espectáculo ante el delirio de la marea amarilla.

El center norteamericano conseguía ocho puntos consecutivos en el arranque del periodo definitivo, destrozando cualquier argumento defensivo del todopoderoso Real Madrid. Una diferencia de +16 para los locales hacía soñar a la parroquia grancanaria con la segunda final consecutiva de la Supercopa. Pero había mucha tela por cortar con casi siete minutos por delante.

Y se encargó pronto el equipo madridista en dejarlo claro. Empezaba a recortar diferencias según avanzaba el duelo, hasta los cinco puntos después de las canastas de Thompkins, triple incluido. Con cinco minutos por jugarse, un apretado 59-54 bailaba en el marcador.

Se vivían con emoción e intensidad los momentos más igualados del duelo. A pesar de sentir la presión del Madrid en el cogote, el Herbalife Gran Canaria no perdía la fe en sus valores. Anzejs Pasecniks y Gal Mekel calmaban el estrés amarillo (61-54, a 3.51). Pero el Real Madrid seguía sin darse por muerto. Encabezado por Jaycee Carroll puso de nuevo un nudo en la garganta a los más de nueve mil seguidores amarillos que poblaban las gradas. Veinte segundos y 69-54.

En estos momentos de apuros, el Granca volvió a mostrarse como un equipo con hechuras de grande. Sin perder la calma, resolvía con dos tiros libres de Eulis Báez y una canasta de Gal Mekel.

El 73-64 definitivo permite al Granca disputar por segundo año consecutivo la segunda final consecutiva de su competición fetiche, la Supercopa Endesa. En sus manos tiene esta tarde repetir la gesta lograda en Vitoria en 2016. El último peldaño, superar al Valencia Basket, que superó con autoridad al Málaga en el primer capítulo.