Dudas, quizás demasiadas, generó el Herbalife Gran Canaria en su estreno en la Liga Endesa 2017-18. Después de las buenas sensaciones que el cuadro amarillo generó con su actuación hace una semana en la Supercopa, plantando cara a dos equipos de la Euroliga, el equipo dirigido por Luis Casimiro pasaba ayer demasiados apuros para derrotar por 84-76 a un Gipuzkoa Basket que con poco puso contra las cuerdas a un rival demasiado gris. Las desconexiones locales casi le cuestan caras.

El Granca, que llegaba a alcanzar los 15 puntos de ventaja al filo del descanso, veía cómo el cuadro vasco le comía terreno hasta colocarse a solo tres cuando el choque estaba a punto de entrar en el último minuto.

La clarividencia del veterano Albert Oliver en los momentos determinantes, sobre todo en el cuarto final, resultó fundamental para rubricar la primera victoria liguera de la temporada. El base, que firmaba 17 puntos y 17 de valoración, tomó las riendas para certificar un triunfo agridulce ante un Gipuzkoa Basket donde el pívot Norel llevaba la voz cantante (24 puntos y 30 de valoración).

Dentro de la intermitencia mostrada por el Herbalife Gran Canaria en este duelo, destacar también los buenos minutos que firmaron hombres como Eulis Báez, Ondrej Balvin y Marcus Eriksson.

Frío, en la cancha y en la grada, arrancaba el duelo por parte amarilla. Hasta el primer triple de Albert Oliver, ya con cinco minutos consumidos, los aficionados sólo habían podido llevarse a la boca un acierto de Shaq McKissic. Mientras, el conjunto de San Sebastián aprovechaba la benevolencia del equipo de Luis Casimiro en defensa para instalar el 2-8 en el marcador, con el ya mencionado Norel y Swing comandando el ataque visitante.

La ventaja guipuzcoana alcanzaba los ocho puntos con un triple a falta de tres minutos y medio para la finalización del primer cuarto. Ahí llegó la reacción amarilla, liderada por Eulis Báez, Shaq McKissic y Marcus Eriksson. Se saboreaba la primera ventaja local (18-16). Entraban en acción entonces Anzejs Pasecniks y Gal Mekel para poner el +5 para los claretianos a la conclusión de los diez minutos iniciales (23-18) tras un parcial de 15-2.

Parecía que, por fin, el Granca arrancaba. También a esa conclusión llegaban los aficionados locales en los primeros compases del segundo cuarto. Más intenso en defensa y con mayor fluidez en ataque, el Herbalife conseguía poner una diferencia de dos dígitos con los triples consecutivos de Eulis Báez y DJ Seeley con siete minutos por delante para alcanzar el descanso.

Aunque el Gipuzkoa Basket lo intentaba, la diferencia en calidad y cantidad en la rotación entre una y otra escuadra, a favor del Herbalife, permitía a los insulares dominar de forma cómoda ante un rival falto de frescura. Cuatro puntos consecutivos de Pablo Aguilar ponían el +15 para los amarillos a un minuto y medio para la conclusión del cuarto (47-32). La ventaja quedaba en 13 después del palmeo de Fakuade (47-34).

Bajón

Con una sequía anotadora arrancaba el tercer cuarto para ambos contendientes. Y como ocurriera en la final de la Supercopa contra el Valencia Basket, el Granca empezaba a desenchufarse del duelo. Los amarillos se las veían y se las deseaban para detener las andanadas del equipo de San Sebastián, que sustentaba su remontada en dos hombres: Norel y Swing.

La consecuencia, un parcial de 2-14 y empate a 53 en el electrónico cuando faltaban apenas dos minutos por consumirse del penúltimo periodo del encuentro. Los triples de Xavi Rabaseda y de Pablo Aguilar revertían la tendencia, con el apoyo de Marcus Eriksson. Este último ponía el 61-55, aunque Swing descontó dos (61-57).

Con esa exigua diferencia debía torear el Herbalife para certificar su primera victoria liguera de la temporada. Y en esa tarea se aplicó Albert Oliver, que en los primeros compases se echó el equipo a la espalda. Tres puntos, asistencia a Anzejs Pasecniks y triple del catalán para colocar el 69-61. Como guinda, matazo de Oriol Paulí tras alley-oop de Ondrej Balvin y de nuevo los +10 (71-61, a 7.10 para la conclusión).

Otra vez los de Luis Casimiro ilusionaban a su parroquia con un triunfo sin sobresaltos. Más aún con la irrupción de Ondrej Balvin, que esta vez sí imponía sus centímetros para intimidar a los ya cascados pívots visitantes (79-69 con tres minutos por delante) .

Pero giro inesperado. Norel resurgía para que su equipo estrechara muy mucho el marcador, nada menos que hasta el 79-76 con 1.11 por jugarse. Ahí surgía otra vez un gran Albert Oliver. Con un triple y dos tiros libres lideraba el primer triunfo del Granca, que el miércoles visitará el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.