Luke Fischer, pívot norteamericano del Herbalife Gran Canaria, confiesa que está deseoso de vivir en directo la leyenda que existe alrededor de los pabellones de Turquía en el duelo que este martes disputará el conjunto grancanario frente al Tofas Bursa (18.00 horas, Teledeporte), correspondiente a la segunda jornada del grupo D de la Eurocup. A pesar de ello, el estadounidense confirma que tanto él como sus compañeros no se amedrentarán en el 'infierno'.

"Estoy deseando ver cómo es el ambiente en una cancha turca. Nunca he jugado en ese país, sólo he escuchado las historias que todo el mundo cuenta sobre sus aficionados y la atmósfera de sus canchas. Estaremos listos para ello. Todos los partidos que hemos jugado a domicilio lo hemos hecho con aficiones duras, en ambientes complicados, así que estaremos listos", manifestaba el ex de la Universidad de Marquette.

El segundo encuentro de la Eurocup llega únicamente dos días después de que el Granca cosechara su primera derrota en la Liga Endesa, el pasado domingo en la pista del Morabanc Andorra, donde los amarillos aún no saben lo que es ganar.

Luke Fischer considera que la escasez de tiempo entre un compromiso y otro no supone mucho problema, ya que "estamos acostumbrados a este calendario en el que jugamos partidos sin apenas descanso".

"Ya vivimos este ritmo en la pretemporada y en la Supercopa; descansaremos bien y prepararemos el encuentro para disputarlo en condiciones", afirmaba el pívot estadounidense del Herbalife Gran Canaria, equipo con el que vive su primera experiencia como profesional tras su paso por el baloncesto universitario de su país.

El joven 'cinco' del Granca, a pesar de la derrota del pasado domingo contra el Andorra, declara que "jugamos duro". "Estuvimos hasta 16 puntos abajo y supimos pelear para llegar al final del encuentro con opciones para ganar, y de hecho tuvimos un lanzamiento para vencer; eso da idea de la sensación de lo fuerte que somos como equipo", explica.

Luke Fischer, que intervino en el último tramo del choque ante el cuadro andorrano, firmó cinco puntos y otros tantos rebotes para un nueve de valoración. Su irrupción en la cancha coincidió con los mejores momentos de los de Luis Casimiro.

El norteamericano acabó contento en lo personal: "Me sentí muy bien en la pista. Tanto Xavi Rabaseda como yo entramos ya bien avanzado el partido y estábamos frescos de piernas. Creo que nuestra energía ayudó a todo el equipo a pelear y a volver a meternos en el encuentro".