"Hay que ser realistas. Viendo la clasificación, podemos mirar a las cuatro primeras plazas". Esa sentencia, dentro de la mesura que siempre le caracteriza, la dejó ayer en la sala de prensa del Gran Canaria Arena Luis Casimiro, entrenador del Herbalife Gran Canaria. Una muestra de que este equipo no es conformista y que buscará acabar la primera vuelta de la Liga Endesa dentro del grupo que acaba con premio gordo: ser cabeza de serie en la Copa del Rey que se disputará, por tercera vez en su historia, en Gran Canaria.

Un objetivo que no permite demasiados tropiezos por el camino, empezando por el envite que tiene esta tarde el Granca, peligroso a más no poder. El Gran Canaria Arena recibe esta tarde al Real Betis Balompié Energía Plus, o lo que es lo mismo, el CB Sevilla, antes Banca Cívica, antes Cajasol y, mucho antes, Caja San Fernando. Un equipo que ha estado al borde de lo peor en las últimas temporadas, que no desprende la magia de las camadas de Kristaps Porzingis, Willy Hernangómez o Tomas Satoransky -subcampeón de la Eurocup con el Cajasol-, que tampoco guarda el misticismo del doble subcampeón de ACB y subcampeón de Copa de los 90, pero que tiene un orgullo intacto, recuperado en las últimas fechas.

Porque aunque el Real Betis Energía Plus es el colista de la competición, con solo dos victorias en 12 encuentros, ha encontrado cierto rumbo. Esas dos únicos triunfos han llegado en las dos últimas jornadas de la competición. Todo un aviso a navegantes que creían que el Betis estaba muerto.

Con ese ánimo renovado se planta el Betis en Siete Palmas (19.00 horas, Movistar Plus) ante un Gran Canaria que acumula un balance de 8-4 en la Liga Endesa. Después de la victoria hace menos de una semana en el Palau Blaugrana, el equipo de Luis Casimiro tiene en su mano seguir opositando a ser cabeza de serie en la Copa del Rey. Unas cuentas que pasan por acabar con el Real Betis Energía Plus.

El recuerdo más cercano del Granca contra un equipo del fondo de la tabla está fresco. Hace 15 días pasó por la Isla el San Pablo Burgos. Al equipo de Luis Casimiro le costó llevarse al término de los 40 minutos la victoria ante el cuadro castellano, también anclado en los puestos de descenso a la LEB Oro.

Los andaluces, en dinámica positiva, han visto mejorar a los suyos. El 0-6 inicial acabó con el despido del tinerfeño Alejandro Martínez. Óscar Quintana llegó al club y con él un par de fichajes que elevaron notablemente la calidad del cuadro bético: Dontaye Draper y Rade Zagorac. El base de Baltimore, con pasaporte croata, finalizó la temporada pasada su vinculación con el Real Madrid y llegó al San Pablo con la firme intención de dar juego al Betis. Por su parte, el joven exterior serbio, aterrizó en Sevilla procedente de Memphis. El ex del KK Mega Leks fue elegido en el draft de la NBA de este verano por los Celtis y traspasado de inmediato a los Grizzlies. Sin embargo, su aventura americana duró poco. Y ahí apareció el Real Betis para firmar su talento. De momento, las lesiones no le han dejado mostrar su potencial.

El peligro del equipo hispalense va más allá. Otro ex NBA, Ryan Kelly, es el hombre más destacado de Óscar Quintana. Exjugador de Los Angeles Lakers y Atlanta Hawks, promedia 15.8 puntos y 4.4 rebotes. El ex del Galatasaray Blake Schilb o el escolta Luke Nelson, cedido por el Herbalife, también amenazan la imbatibilidad del Granca en el Arena de Siete Palmas.