Al entrenador del Herbalife Gran Canaria, Luis Casimiro, se le ha presentado un bendito problema en la gestión de su plantilla: tiene trece jugadores en nómina. De esta forma, cada jornada tiene que administrar el puzle de sus jugadores y descartar a uno de ellos. En la última jornada, tras el regreso a las canchas de Marcus Eriksson, el primer damnificado fue el alero argentino Nico Brussino.
La confección de la plantilla para comenzar la temporada se inició con doce jugadores. Dos bases, cinco exteriores y cinco interiores. Un número suficiente para afrontar la competición doméstica y la europea.
Los contratiempos que han ido sucediendo a lo largo de la temporada han provocado que se haya tenido que incorporar a dos jugadores a la plantilla amarilla: Nico Brussino y Nikola Radicevic.
El alero argentino aterrizó el 31 de diciembre en la Isla con la tarea de suplir la baja que había dejado Shaquielle McKissic en la rotación grancanaria. El norteamericano abandonó la disciplina claretiana el 6 de diciembre, por lo que Casimiro hasta el momento había hecho un cambio de cromos. Alero por alero.
Casi un mes más tarde, el 22 de enero, se formalizó el fichaje de Niko Radicevic para apuntalar la dirección de juego del Herbalife debido a los problemas físicos que padecieron tanto Gal Mekel como Albert Oliver, unido a la grave lesión que sufrió Oriol Paulí tras una mala caída en la que le fue diagnosticado un esguince que le apartó más de dos meses de las canchas.
Como las desgracias nunca llegan solas, durante la segunda ventana FIBA, Marcus Eriksson también se lesionó su muñeca derecha con la selección sueca.
Una vez recuperado el francotirador de Uppsala, con su inclusión en el roster amarillo en el último encuentro frente al Real Betis, el afectado por el regreso del sueco fue Nico Brussino, que fue dado de baja.
Habrá que ver a partir de ahora cuales son los movimientos de piezas que ejecutará el entrenador insular, pues varios son los nombres que salen a la palestra en caso de que el ciudadrealeño emplee una política de rotaciones en cuanto a altas y bajas de ficha. Los jugadores con mayor cartel para ir entrando y saliendo son, por cuestión de minutos, Oriol Paulí y Luke Fischer.
Desde que regresara el alero catalán después de su lesión de tobillo promedia 8.47 minutos en los últimos cuatro partidos en los que ha sido convocado -Barça, Bilbao, UCAM y Betis-. Por su parte, el pívot estadounidense, se mantiene en cancha 4.01 minutos en los mismos partidos.
De momento, Paulí, a pesar de promediar menos minutos que Brussino-11.39- le ha ganado la partida al argentino desde que ambos están disponibles. El domingo en el derbi canario, habrá que ver quién se gana el puesto.
