Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Holanda, Suecia e Inglaterra encabezan la lista de excelencia en la compra de productos ambientalmente correctos (por ejemplo duraderos, reutilizables, eficientes, que ahorren recursos a lo largo de su ciclo de vida o reciclados), según un informe de la Comisión Europea.

La Unión Europea gasta en torno al 16 por ciento de su PIB en compras de bienes y servicios destinados a las administraciones públicas como equipos informáticos, energía, bombillas, papel o equipamiento para la calefacción.

Esto supone un gasto de 1,5 billones de euros que, según los objetivos de la Comisión, deberían utilizarse para fomentar el desarrollo sostenible y luchar contra el cambio climático.

Si todas las administraciones de la Unión sólo consumieran electricidad ecológica, se conseguiría un ahorro equivalente a 60 millones de toneladas de CO2, un 18 por ciento de la reducción de gases de efecto invernadero a la que el protocolo de Kioto obliga a la UE.

Si utilizaran inodoros y grifos eficientes en sus edificios, el consumo de agua se reduciría en 200 millones de toneladas, el 0,6 por ciento del consumo total de los hogares en la UE.

Además, al impulsar las "compras verdes", la Comisión pretende incentivar que el mercado ofrezca cada vez más y mejores productos eficientes y ecológicos y abaratar su producción, con lo que se harían más accesibles al público general.

En su informe sobre compras verdes, la Comisión afirma que no siempre los productos "verdes" son más caros y que la marca y otras características del bien influyen mucho más en el precio final.

Aunque, según el informe, en España, adquirir equipamiento de iluminación ecológico resultaría un 56 por ciento más caro, debido a los bajos precios de la electricidad que no compensan el alto coste de los dispositivos "verdes", se ahorraría un 38 por ciento de energía consumida (globalmente, la iluminación supone el 19 por ciento de la electricidad consumida en Europa).

Sin embargo, los ordenadores energéticamente más eficientes, además de ahorrar un 34 por ciento de la energía que consumen saldrían, a la larga, un cuatro por ciento más baratos -incluyendo los costes de eliminación del equipo una vez usado-.

Los coches con filtros de partículas tienen el mismo precio en España, según el informe, que los que carecen de este dispositivo y una pintura de paredes ecológica con menos aditivos y más respetuosa con la calidad del aire dentro del edificio sólo resultaría aquí un 4 por ciento más cara.

En España, el Ayuntamiento de Barcelona ha sido pionero en este ámbito, y desde 2000, adquiere madera que cuenta con certificación legal para los servicios funerarios y mobiliario urbano, más del 50 por ciento del papel que compra es reciclado y aplica criterios éticos en la compra de uniformes del personal de Parques y Jardines.

Las "compras verdes" también se han implantado en otros municipios como Pamplona y Badalona y en las comunidades de Andalucía, País Vasco y Aragón.