El operativo está integrado por 710 personas, repartidas en 169 equipos más otro de coordinación, según una nota informativa de la Junta.

Cada equipo está integrado por cuatro personas, con un técnico y tres operarios, y actúa en varios municipios a la vez, con la colaboración de ayuntamientos y de organizaciones agrarias.

Estos equipos se encargarán durante estos meses de aplicar veneno en zonas con presencia de topillos o del suministro gratuito del producto a los agricultores que lo soliciten, para que sean ellos quienes lo apliquen.

Además el equipo de coordinación, formado por nueve técnicos, se encargará de evaluar la densidad de roedores en cada zona, con el fin de "tener una información real y actualizada de los efectos de las actuaciones realizadas", según la Junta.