En nota de prensa, el Colegio se refiere al informe del Consejo de Seguridad Nuclear en el que se pronuncia a favor de la continuidad durante los próximos diez años de la central nuclear de Garoña (Burgos), lo que supone que ahora es el Gobierno el que tiene que tomar la decisión de que siga o se cierre.

El Colegio se muestra a favor de utilizar de modo optimizado todas las tecnologías disponibles, incluida la nuclear, ya que sería imprudente depender sólo de una.

Desde el punto de vista técnico dice que es conveniente plantear la continuidad del actual parque nuclear para ganar tiempo hasta que existan evidencias contrastadas de despliegue de nuevos proyectos nucleares.

Además señala que el parque actual de centrales nucleares está prácticamente amortizado, y en el caso de Garoña el coste de generación es "predecible y competitivo".

Hace hincapié en la contribución del sector nuclear al empleo indefinido y, concretamente en Garoña con 1.000 trabajadores directos e indirectos, que se duplican en las paradas de recarga y mantenimiento dos veces al año.

El Colegio recuerda la recesión económica que afecta especialmente a la zona de Miranda de Ebro, donde está la central, y hace hincapié en que las centrales nucleares actúan como dinamizador de la economía local.

Finalmente recuerda la decisión del Congreso de crear una subcomisión de política energética española que estudie las necesidades para los próximos 25 y 30 años y dice que ninguna decisión del Gobierno debe condicionar la base de partida de los trabajos de la citada subcomisión.