"En ocasiones, cuando me levanto y me veo en el espejo hasta me asusto y pienso: 'Dios mío, que cosa tan horrenda'. Si hay personas suficientemente locas hasta el punto de pensar que soy un símbolo sexual, es problema de ellas", dijo el intérprete en una entrevista publicada hoy en el suplemento "Única", del semanario "Expresso".

Sin embargo, el actor de "No Country for Old Men", de los hermanos Ethan y Joel Cohen, asume su condición de símbolo sexual, pero explicó que en ocasiones él no se siente a gusto con su propia imagen.

Bardem dijo que no tiene ningún tipo de "truco" para atraer a las mujeres y que no intenta conquistarlas, porque eso supondría un "esfuerzo".

"Si la mujer no quiere ser conquistada por aquello que soy, pues nada, que venga la próxima", aseguró el intérprete, que agregó que el amor es la causa por la que se levanta cada mañana.

Indicó que su "primer y último objetivo" es la "búsqueda del amor", a pesar de que en el mundo cada vez haya más cinismo, conflictos de poder e intentos por alcanzar el éxito en la carrera profesional.

Cuestionado por el buena acogida de sus últimos papeles, Bardem reconoció que fue "bueno poder ejercitar los músculos dramáticos" en dos personajes tan diferentes como el asesino de la última obra de los Cohen y el enamorado protagonista de "El amor en los tiempos del cólera", de Mike Newell.

A pesar del éxito de su carrera internacional, el actor aseguró que piensa que su carrera se desarrollará en el cine español.

"He estado trabajando más en el extranjero, pero no tiene nada que ver con el hecho de que quiera alcanzar un determinado estatus o ser conocido en Hollywood. Cuando pienso en una carrera me veo en España, haciendo un trabajo que sea español", dijo.