Según el periódico, cuya información confirma persistentes rumores sobre problemas en la pareja, Sonia tomó la decisión después de que su esposo rechazara su exigencia de que dejara la política y la vida pública para pasar más tiempo juntos.

"Le exigió que pasaran sus últimos años haciendo una vida normal, pero él se negó", afirma el rotativo para explicar la decisión de la mujer del presidente israelí, que nunca ha acompañado a su marido en actos oficiales ni ha concedido entrevistas a la prensa.

Los Peres, padres de tres hijos y abuelos de varios nietos, mantuvieron siempre dentro de la mayor reserva su vida familiar.

Sonia, que renunció a todas la prerrogativas de "primera dama" cuando su esposo fue nombrado presidente, reside según el diario en un apartamento del matrimonio en el norte de Tel Aviv.

Por su parte, su marido se aloja en un hotel de Tel Aviv cuando no ocupa la residencia presidencial en Jerusalén.

La información coincide con la primera visita a Israel del presidente de EEUU, George W.Bush, en la Sonia ha brillado por su ausencia.

De acuerdo con un funcionario de la presidencia que cita el periódico, esa actitud "molestó sobremanera" a Peres, que se vio obligado a recibir a su huésped en solitario tanto en el aeropuerto Ben Gurion, cerca a Tel Aviv, como en su residencia de Jerusalén.

Según amigos del presidente israelí citados asimismo por el diario, Peres se muestra a los 84 años tan "brillante y jovial como siempre" pero "la procesión la lleva por dentro. Se siente solo".