Williams, de 33 años, se plantea incluso negarse a entregar su próximo disco pese al acuerdo alcanzado con la discográfica, valorado en 80 millones de libras (105,5 millones de euros o 160 millones de dólares).

El representante del ex vocalista de "Take That" acusó al nuevo jefe de EMI, Guy Hands, de comportarse como el "dueño de una plantación" y de entrar en la industria discográfica con una "compra de vanidad".

"La pregunta es: ¿debería Robbie entregar a EMI el nuevo álbum que va a sacar? Tenemos que decir que la respuesta es 'no'. No tenemos ni idea de cómo EMI va a vender y promocionar el álbum", señaló Clark en declaraciones que publican varios medios británicos.

Según el agente de Williams, que ha vendido 70 millones de discos con EMI, la compañía "no tiene a nadie en la esfera digital capaz de hacer el trabajo requerido" para promover el disco del cantante.

"Lo único que sabemos es que (la empresa) va a diezmar la plantilla", añadió Clark, en alusión al despido de miles de empleados que planean los nuevos propietarios de EMI, quienes han instado a los artistas a trabajar más para promocionar su música.

Robbie Williams no es la única estrella descontenta con la discográfica, pues la banda "Radiohead" y el ex Beatle Paul McCartney cortaron el pasado mes sus lazos con EMI.

Williams quiere publicar ahora su música a través de su portal de Internet, como ya ha hecho "Radiohead", que pidió a sus seguidores que pagaran la voluntad por su último disco, "In Rainbows".