Cuatro meses después de abandonar el centro de rehabilitación de Cirque Lodge en Utah (EEUU), Lohan reaparece a la vida pública como imagen de la portada de la edición británica de la revista Glamour, ataviada con un vestido rojo, con un escote en forma de corazón.

De este modo, la protagonista de "Mean Girls" ("Chicas Malas", 2004) explica a esta revista, en su primera entrevista tras someterse a rehabilitación, cómo está encaminando su vida, desprendiéndose de las malas influencias y las personas equivocadas.

"Hay amigos con los que he dejado de salir porque han tomado caminos diferentes", afirma la actriz neoyorquina, en la entrevista que recoge People en su edición digital.

"Pero es difícil, porque soy de la clase de personas que quieren confiar en todo el mundo", añade la actriz de 21 años, que saltó a la gran pantalla a los 11 años de edad, de la mano de Disney con la película "The Parent Trap" ("Juego de Gemelas, Tú a Londres y Yo a California" 1998).

Lohan confiesa que se siente cómoda estando con ella misma y que, a pesar de que "durante el día me siento bien, estando sola, odio estar sola por las noches".

Al respecto, la joven manifiesta que "me gusta tener amigos a mi alrededor, pero ahora prefiero estar sola en casa", con lo que explica que en estos momentos tiene más horas libres, que dedica a escribir en su diario personal o mirar la televisión.

"Esto no significa que no volveré a una discoteca nunca más, porque estaría mintiendo", puntualiza la también cantante.

Preguntada por la imagen que proyecta, Lindsay Lohan lamenta que haya gente que piense que "no tengo la cabeza en su sitio" y que crea "que no soy una buena persona...porque de hecho lo soy".