La casa de subastas había estimado que el documento alcanzaría un precio de entre 20 y 30 millones de dólares (de entre 13,8 y 20,8 millones de euros).

Incluidas primas y comisiones, el precio final se sitúa en 21.321.000 dólares (14.789.816 euros) y los fondos irán destinados a actividades caritativas de la Fundación Perot.

Este ejemplar de la Carta era el único lote que se ofreció al mejor postor durante una sesión que apenas duró cinco minutos.

El director de la subasta, David Redden, inicio la puja en 12 millones de dólares (8,3 millones de euros) y las ofertas a partir de ahí se sucedieron con cierta rapidez, hasta llegar a los 19 millones de dólares (13 millones de euros) que ofrecía un potencial comprador a través del teléfono y que, finalmente, no tuvo rival para adjudicárselo.

El nuevo propietario del documento es David Rubenstein, del Grupo Carlyle, quien ha expresado ya su intención de continuar mostrando el documento al público en los Archivos Nacionales de Washington, donde se ha exhibido por más de dos décadas, según explicaron a EFE fuentes de la casa Sothebys.

La Carta Magna, considerada también por muchos historiadores como la semilla de la Revolución Americana, es el manuscrito que consagró los derechos del hombre en la legislación inglesa e inspiró la pasión por la libertad que floreció en EEUU en el siglo XVIII y que continúa hoy en todo el mundo, subrayó la casa de subastas al anunciar su venta.

Redden, vicepresidente de Sotheby's, resaltó entonces que la Carta Magna es "el documento que simboliza la eterna búsqueda del hombre de la libertad" y lo consideró "un talismán de libertad".

Los principios de la Carta Magna fueron citados como justificación de la rebelión estadounidense por los presidentes John Adams (1735-1826), Benjamin Franklin (1706-1790), Alexander Hamilton (1757-1804), Thomas Jefferson (1743-1826) y otros patriotas estadounidenses, recuerda Sotheby's.

Un grupo de barones rebeldes impuso en 1215 al Rey Juan de Inglaterra o "Juan Sin Tierra" (1166-1216) la Carta Magna, un documento legal progresista que reducía el poder del monarca, al establecer que ningún hombre está por encima de la ley, ni siquiera el Rey, protegía a la Iglesia y daba más derechos al pueblo.

Este ejemplar de la Carta Magna, propiedad de la fundación del millonario tejano Ross Perot, data de 1297, año en que se convirtió en ley y lleva el sello del Rey Eduardo I de Inglaterra (1239-1307).

De las 17 versiones originales de la Carta Magna que aún se conservan, cuatro son del reinado del Rey Juan (1199-1216), ocho del de Enrique III (1216-1272) y cinco del reinado del Rey Eduardo I (1272-1307).

El manuscrito medieval que se ha subastado, escrito en un pergamino y que contiene 2.500 palabras en latín, es la única copia del documento que existía en Estados Unidos y la única en manos privadas.

Además, ésta es una de las dos copias que hay fuera de Inglaterra, pues la otra, una Carta Magna de 1297, pertenece al pueblo australiano y se halla en la Biblioteca Nacional de Australia.

Durante 22 años y hasta el pasado septiembre, la copia de la Carta Magna propiedad de Perot, que fue años atrás candidato independiente a la Casa Blanca, se exhibía en los Archivos Nacionales de Washington, junto a la Declaración de Independencia y a la Constitución de Estados Unidos.

Perot compró el ejemplar a la familia Brudenell en 1984 y se la prestó a esa institución.

En el año 2000, una copia de la Declaración de Independencia de EEUU, impresa en 1776, fue vendida por 7,4 millones de dólares (5 millones de euros) en otra subasta de Sotheby's en Internet.