A veinticuatro horas para que se conozcan los ganadores de los Globos de Oro más grises de la historia del cine, la suerte está echada ya para los Oscar, los premios más importantes de la industria cinematográfica estadounidense, que este año están en jaque mientras sigan adelante las protestas.

Si la que se considera antesala natural de los premios de la Academia ha quedado reducida a una simple conferencia de prensa, muchos se preguntan ahora en Hollywood qué puede ocurrir el próximo 24 de febrero con los ansiados Oscar si los guionistas y los actores también deciden boicotear la ceremonia.

Los responsables de la gala y la cadena televisiva ABC, encargada de la retransmisión en febrero de esos premios en horario de máxima audiencia, aseguran que sus planes no han sufrido, por el momento, cambio alguno y prometen que los actores volverán a pasearse por la alfombra roja más conocida del mundo, además de que los galardones se entregarán con total normalidad.

"No sufrimos ningún estado de pánico. Estamos preparando la ceremonia y vamos a seguir adelante con ella", aseguró el presidente de la Academia, Sid Ganis, según recoge hoy el portal Imdb.com, especializado en noticias e información sobre el séptimo arte.

Mientras tanto, lo que seguro empieza hoy en las oficinas de la firma PriceWaterhouse Coopers de Los Ángeles es el recuento de los votos de los más de 6.000 miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, del que saldrán, primero, las nominaciones que se anunciarán el próximo 22 de enero y, después, los nombres que pueden llevarse la ansiada estatuilla a casa.

Más allá de si la cinta inglesa "Atonement" se perfila como la mayor nominada en los Oscar o si, por el contrario, son "Charlie Wilson's War" o "Michael Clayton" las que se llevan el mayor trozo de pastel, cobra relevancia saber si las votaciones permiten al actor español Javier Bardem lograr una nueva nominación por su papel como asesino en serie en la película de los hermanos Ethan y Joel Coen "No country for old men".

Las nominaciones de este año despiertan, además, especial interés, ya que muchos en Hollywood han puesto en duda el peso que normalmente se da a los Globos de Oro para conocer por qué filmes se decantarán los miembros de la Academia, debido a la ausencia de la gala.

Los premios que otorga la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood suelen ser la plataforma de lanzamiento público para las películas menos comerciales y para esos nominados menos conocidos, que, tras alzarse con un Globo de Oro, se les abre camino a los Oscar.

Así ocurrió con una casi desconocida Hillary Swank, que en 1999 ganó el Globo de Oro a la mejor interpretación dramática por "Boys don't cry" y semanas después repetía en los Oscar con un galardón a mejor actriz que lanzó su carrera al estrellato.

Ocurrió también con Angelina Jolie, quien, ese mismo año, ganó muchos puntos al conseguir el beneplácito de la Asociación de Prensa Extranjera por su papel en "Inocencia interrumpida", o la joven Jennifer Hudson, quien, tras salir del cazatalentos "American Idol" logró el Globo de Oro por "Dreamgirls" y repitió más tarde en los Oscar.

Este año, sin embargo, jóvenes talentos como Marion Cotillard, nominada a mejor actriz de musical por su aclamada encarnación de Edith Piaf en "La vie en rose", se quedarán sin la publicidad necesaria para llegar a los Oscar con un camino bien recorrido.

"La ceremonia de los Globos de Oro puede catapultar a un nominado y hacerle ganar el favor del público sin lugar a dudas, pero este año ese encumbramiento no va a ocurrir", aseguró al diario "USA Today" la directora de la versión digital de la respetada revista Variety, Anne Thompson.