El próximo sábado, 17 de mayo, en horario de 21.00, 22.00 y 23.00 h., la Casa de Colón celebrará el Día Internacional de los Museos, con una propuesta en la que Néstor Álamo dará la bienvenidas a los usuarios del museo. El diseño, la dramaturgia y la actuación correrán a cargo de Fernando Becerra Bolaños.

En Una noche con Néstor Álamo, el creador de la Casa vuelve a la vida de manos de Fernando Becerra y se convierte en el anfitrión de la Noche de los Museos en la Casa de Colón. Con ágil lenguaje y con la socarronería que siempre la caracterizó, va a contarle al visitante y paseante de la Vegueta nocturna, el espíritu de la Casa, su importancia dentro de la historia y hechos curiosos rescatados del pueblo llano.

Nuestro protagonista invitará a la gente a que se siente, se acomode y soporte en las columnas, peldaños y bancos y sillas del patio principal, para hacerles partícipes y conscientes del valor de su antigüedad, que aquí se recrea, rescatando los nobles hechos del pasado. Amenizará con hechos, dichos, mitos, leyendas que deben pervivir como los mitos y romances andaluces de la época de la Reconquista.

Tres encuentros (a las 21.00, a las 22.00 y a las 23.00 h.) tendrá con el público un Néstor Álamo patricio, cortés y didáctico a lo largo de la larga noche de los museos en la Casa de Colón. Tres momentos de intimidad y sosiego para el visitante, que verá con ojos más ilusionados la futuras visitas a la Casa de Colón y al barrio de Vegueta.

Amar el pasado igual que el presente, cuidar los espacios donde nacen los mitos locales, rendir homenaje al verdadero héroe propio sin armadura ni uniforme. Así por momentos se alumbra y revive la memoria y la palabra con cariño en la figura del cotidiano cronista Néstor Álamo. Todo esto ayudará a que el espejismo del neón moderno en las fachadas no signifique el abandono de las raíces de una tierra tan bella como dura.

Dando justo homenaje a toda su vida y labor en la comunidad, se pretende una sonrisa con cariño y dar valor a la vivencia de este prohombre grancanario; reconocer el valor de una vida entregada a recuperar la identidad isleña. Y esto, con la Casa de Colón, se convirtió el mejor de los testigos que pueda dar esta tierra, la memoria viva de un sueño edificado, que saborearán con un delicado regusto a propio las futuras generaciones de grancanarios.