El Ballet Nacional de España regresa a Canarias tras ocho años de ausencia y vuelve con el que su actual director, el bailarín y coreógrafo José Antonio, considera "uno de los mejores montajes" en el recorrido de la compañía de danza más internacional de nuestro país, que se prepara para celebrar sus treinta años de historia.

El Café de Chinitas ideado por José Antonio en 2004 a raíz de un encargo de los responsables de los cuatro festivales de danza más importantes de España -Peralada, Santander, San Sebastián y Granada- está inspirado en aquel que representó en 1943 La Argentinita para, tomando como referencia musical las canciones populares grabadas con Lorca al piano, desarrollar un espectáculo que homenajeara a Federico y para el que se contó incluso con el pincel de Dalí en el diseño de los telones de fondo, dos de los cuales -reproducciones, claro- acompañan a la compañía en esta escala grancanaria.

Según indicó ayer el director del Ballet Nacional de España, el espectáculo actual se ideó como homenaje a estos dos inmensos creadores "y el lugar elegido para desarrollar la historia fue precisamente el malagueño café de Chinitas", dijo, "donde un Dalí niño, a través de ocho canciones, invoca a los fantasmas para encontrarse con Federico tras la muerte".

FLAMENCO. El montaje, según indicó la cantaora Esperanza Fernández, es "flamenco, flamenco", dice, aunque en cada canción el elenco "se adapta a lo clásico o lo contemporáneo".

La artista, que no ocultó "el placer" que le provoca este trabajo, invitó además a los espectadores a comprobar el gusto de los miembros de la compañía por trabajar en esta representación "que para mí supone un respiro" por la calidad y la falta de oportunidades que como esta existen en el territorio nacional.

Para redondear el montaje, José Antonio cuenta con la producción musical del prestigioso Chano Domínguez, el diseño de iluminación es de Joan Teixidó y el de vestuario corre a cargo de Yvonne Blake.