Sampedro, que perteneció a la primera promoción de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Complutense de Madrid donde posteriormente impartió clases como catedrático de Estructura Económica, ha disertado sobre el humanismo tras recibir la Medalla de Honor de la UCM de manos de Carlos Berzosa, rector de la universidad y ex alumno suyo, quien lo describió como "todo un lujo de profesor".

"No puedo imaginar un honor más grande; otros honores más rimbombantes no valen para mí lo mismo", ha declarado un Sampedro visiblemente emocionado por encima de los aplausos del público, que han durado varios minutos.

A continuación, el escritor, que mantiene también intacto su sentido del humor, desarrolló su conferencia, titulada "Sesenta años después", en referencia a la fecha en la que recibió la licenciatura de la UCM, en 1948.

Considerado un humanista por la amplitud de sus saberes, Sampedro hizo un repaso del humanismo, empezando por el Renacimiento donde figuras como Petrarca o Lorenzo de Medici "trataban de emerger de un mundo anterior donde la libertad de pensamiento era casi nula" y contribuyeron a que "se pensase en el hombre como un ser natural y físico, y no sólo como algo espiritual".

Desde este punto de partida el autor narró la evolución histórica del ser humano, los "cambios de poder" que dieron el dominio a la razón, después a la ciencia y finalmente al mercado. "El mercado es un mecanismo indispensable de distribución, pero sin sentido de la justicia", manifestó Sampedro, que hizo honor a su fama de crítico de la economía neoliberalista.

En cuanto a la figura del humanista hoy en día, Sampedro cree que "aún existe, aunque hay una gran falta de referentes", y destacó además que "el humanista no puede mantener las mismas creencias que hace 500 años", ya que "todo en esta vida evoluciona, hasta los dioses".

Crítico con la época que le ha tocado vivir, el autor de "Octubre, octubre" aseguró que el mundo "ha caído en la barbarie" y comparó la situación actual con la caída del Imperio Romano que dio lugar al gobierno de los bárbaros.

"Atacamos los valores sustanciales de nuestra civilización", como, por ejemplo, "el Derecho Internacional, que tras la invasión ilícita de Irak por parte de Estados Unidos ha quedado por los suelos", aunque después el novelista quiso dejar patente que no es "un antiamericano visceral".

Sampedro también se refirió a "la responsabilidad del humanista", que en su opinión incluye, según destacó, el cuidado del medio ambiente: "Estamos destruyendo el edificio en el que vivimos".

En su conferencia, que forma parte de las actividades extraordinarias de la Universidad de Verano de la Complutense, el escritor atacó también "el afán de velocidad del mundo, que nos hace llevar un ritmo de vida que no nos permite vivir con dignidad".

Antes de despedirse Sampedro afirmó, entre risas, que le preocupa mucho el futuro del humanismo, ya que quiere "seguir siendo un humanista dentro de 100 años".