- ¿Qué fue lo que más le ha seducido de La isla interior?

- Es una historia muy compleja y una película con vocación de meterse en las profundidades de las relaciones humanas y entonces inevitablemente es difícil portar eso, pero a la vez que difícil es muy atractivo.

- ¿Hasta qué punto se identifica con el personaje que interpreta en esta película?

- En este caso hay una identificación muy grande con la que tengo que tener cuidado porque también es algo que me frena ya que trabajar con algo tan personal me cuesta... aunque lleve años en esto sigo sintiendo que estoy aprendiendo casi en una primera fase. A lo largo de mi carrera me he identificado más con unos que con otros personajes pero con éste especialmente. Reconozco muchas cosas de mí ahí.

- Después del éxito con Bajo las estrellas, ¿ha notado muchos cambios en su carrera?

- Fue una experiencia muy hermosa hacerla y que gustara, pero no ha cambiado nada de mi vida. Lamentablemente sigo siendo el mismo.

- ¿Qué tiene en común con ese personaje tan poco afectivo por el que recibió el Goya?

- Le costaba mostrar su afecto, a mí también me cuesta expresarme y vivir mis sentimientos con libertad. Yo envidiaba al personaje de Bajo las estrellas su capacidad para pasar realmente y no sufrir. Él vive desde fuera las cosas hasta que se ve obligado a entrar y yo creo que merece la pena entrar. No para sufrir sino para vivir.

- ¿Qué diferencias encuentra entre venir a Las Palmas a rodar una película intimista como La isla interior y otras más mediáticas como El otro lado de la cama?

- Son dos experiencias muy distintas y muy buenas. Cuando rodamos El otro lado de la cama para nada sabíamos que fuera a ser un éxito ni lo podíamos prever y fue un rodaje muy divertido y alegre y espero que éste lo sea también aunque trate asuntos dramáticos. El hecho de que se ruede en Las Palmas favorece la historia, colabora con lo que vamos a contar, pero podría suceder en cualquier lugar del mundo. Todavía no he visitado las localizaciones, pero ya he estado varias veces aquí. Tuve una novia canaria...

- Nunca ha dudado en expresar lo que piensa sobre la sociedad y la política... ¿qué opina de aquellos que creen que los actores deberían mantenerse al margen?

- Es necesario que todos los ciudadanos expresen lo que piensan y lo que sienten ante la forma en que convivimos... Construir una sociedad es una tarea de todos los miembros y cualquiera tiene derecho a expresarse. Los actores tenemos la ventaja que con frecuencia nos ponen un micrófono delante. La libertad de expresión no hay por qué seguir discutiéndola, hay que ejercerla y punto.

- En varias ocasiones ha denunciado la labor destructiva que realizan los políticos y la Iglesia, ¿ve muy negro el futuro de la sociedad?

- No, nunca lo veo negro porque confío en el ser humano y en mí, en la posibilidad de cambiar las cosas y en un horizonte de amor y paz, de verdad... Lo que veo es un presente lleno de dificultades pero también en el que si uno se para, pueden encontrarse indicios de otra vida mejor.

- Además, su compañía de teatro Animalario se ha caracterizado por obras con un fuerte mensaje social...

- En la compañía no consideramos que hagamos teatro político pero sí nos interesa hablar de qué nos pasa, de lo que vivimos, de lo que sentimos... en ese sentido sí hay una voluntad de compromiso con dar testimonio de ello. Cada uno tiene su manera de pensar, pero compartimos muchas cosas y lo que no compartimos nos enriquece.

- Ha comentado siempre que prefiere el teatro al cine, ¿a qué se debe?

- Prefiero el teatro al cine porque me parece más natural y más accesible la forma de trabajar, que es ensayar durante dos meses y madurar lo que se va a hacer en cada representación. En cine se puedes repetir tomas, pero no indefinidamente y tienes que tener una capacidad de precisión que me cuesta mucho conseguirla solo. Me siento más perdido en el cine.

- ¿En qué estado se encuentra el cine español actual?

- Es una pena, el problema es que no nos atrevemos a hablar de lo que nos pasa. Hay un montón de películas con la que las productores intentan dar el taquillazo... es un poco absurdo y encima luego no se da salvo en contadísimas excepciones. Por otro lado, tampoco creo que sea más pobre que el de cualquier otro lugar. Hay un cine de una calidad extraordinaria que es el documental pero nadie lo apoya, es una especie de hermanita fea y es lo más valioso del cine español con diferencia.