Juan Giménez inició ayer las terceras jornadas del cómic de Las Palmas de Gran Canaria con una conferencia en el Museo Néstor. Estas actividades continuarán hoy en la Escuela de Arte y Superior de Diseño y finalizarán mañana nuevamente en el Museo Néstor. El dibujante argentino reconoció que en sus obras introduce pequeños trucos para facilitar la lectura. "Yo incorporo mensajes dirigidos al subconsciente del lector", afirmó, "si en una viñeta un personaje mira de izquierda a derecha, en la siguiente lo hace de arriba abajo con el objetivo de que guíen fácilmente la lectura".

Giménez reconoce que trabaja cinco horas diarias durante diez meses seguidos, y si viaja a algún lugar se lleva el material consigo para continuar. "Intento trabajar sin parar lo que dura cada volumen porque así acortas el tiempo de entrega y vas mejorando la calidad del dibujo". Un trabajo que, como él mismo afirmó, tiene una doble lectura, la del texto y la de la imagen que cada persona interpreta a su manera y, para demostrarlo, puso el ejemplo de Los ojos del Apocalipsis que, por el modo exacto en que se describía el ritual de fumar opio, un profesor de una universidad de Estados Unidos quiso entrevistarlo.

Juan Giménez tiene un truco para que la calidad de sus ilustraciones sean homogéneas. "Antes las mejores viñetas eran las primeras porque en las últimas llegaba con desgana, pero para que eso no se note tanto, y cuando estoy algo inseguro, no empiezo por la primera página, sino que voy de la diez a la uno, y cuando llegó a la primera ya lo tengo todo más claro y sigo por la página once", y con la obra completa nadie se da cuenta. Además, el hecho de que sea zurdo obliga a Juan Giménez a dibujar y a colorear de abajo hacia arriba para no arruinar la página. "Con el papel ya coloreado no importa", afirmó, "el problema es arruinar el papel virgen, aunque para ello no hago ningún experimento, porque tengo ya la idea y hago como los chinos".

En su obra hay un antes y un después de La casta de los metabarones, y él lo reconoce sólo como un fenómeno editorial. "Tú puedes ser muy bueno, pero si la editorial no te promociona sólo te conoce quien te sigue bien. En el caso de la editorial Humanoides entrábamos con Jodorowski que ya tenía una trayectoria muy importante".

Precisamente Los ojos del Apocalipsis, su última obra editada en España por Norma, es un paso inmediato a esta saga donde tenía bastante claro cómo debía ser el color, aunque después hubo avances y retrocesos. "Dices que vas a hacer ésto, pero compruebas que no va bien, y vuelves al punto que te gustaba", aclaró. Giménez realizó la obra en un momento en que estaba evolucionando para eliminar líneas, para disminuirlas de tal forma que quedara la ilustración más pura, pero no le gustó y volvió atrás. Por otro lado, la serie Cuestión de tiempo, ya reflejaba técnicamente lo que él quería hacer.

Sobre su colaboración con Jodorowski en La casta de los metabarones, Giménez recuerda: "Yo le dije que cuando me leía un guión lo atrapaba y lo hacía mío y que si luego veo una secuencia que no requiere mucho dibujo lo sintetizo, o puedo hacer todo al contrario, y él me contestó: 'Cómo tu quieras". Giménez añade que Jodorowski, por su actividad en teatro, cine, etc., en un principio le entregaba las páginas de diez en diez.