El jurado hizo hincapié en la contundencia, en la fuerza plástica y en la cualidad mutante de la fachada del edifico de Romera y Ruiz situado en Santa Lucía de Tirajana. La contención expresiva que caracteriza su trabajo se ve estimulada por el juego de luces y sombras de una fachada cuyas plegaduras dejan pasar la luz a través de sus huecos. Romera y Ruiz obtuvo, además, una mención por la Vivienda unifamiliar aislada Santa Margarita, en Las Palmas de Gran Canaria.

- ¿Cómo surge el equipo Romera y Ruiz arquitectos?

- El estudio surge en 1998 en Las Palmas con Pedro Romera y Ángela Ruiz. Lo pensamos como taller o laboratorio artesanal, otorgando a cada proyecto su necesario tiempo de desarrollo y reflexión, dispensando una atención sin límites a cada experiencia. Los proyectos realizados desde entonces tienen respuestas a determinadas circunstancias sin perder los valores del hallazgo y la experimentación. Por el estudio han pasado distintos compañeros y amigos: Dasio Rasco, Ana Ruiz y Jorge Carrero. Recientemente se ha incorporado Jorge Hernández.

- Ustedes pertenecen a una generación emergente surgida a finales de la década de los noventa. ¿Qué proyección de futuro le ven a esta generación?

- Pertenecemos a una generación que ha sufrido un gran cambio de pensamiento, el paso de lo analógico a lo digital en la arquitectura, es como si hubiéramos estado proyectando con unas herramientas limitadas y ahora con otras totalmente diferentes y sin constricciones. La invención en arquitectura se produce ligada a nuevos métodos de producción y de puesta en obra. Si a eso le unimos que en el competitivo territorio insular en el que nos movemos, entender la práctica como una actividad comprometida culturalmente, convierte nuestro trabajo en algo duro, pero a la vez extraordinariamente atractivo.

- ¿Qué importancia tiene para la trayectoria del equipo haber recibido el Premio Regional de Arquitectura canario?

- Quizás es pronto para valorarlo, en realidad no tratamos de obviarlo, ni de conformarnos. Tenemos unos intereses que tienen que ver con las actitudes vitales, con los pensamientos y proyectos por los que nos sentimos atraídos, tratando de seguir adelante en nuestro trabajo, como una investigación infinita. Los proyectos se desentrañan de la interacción con el cliente, el lugar, la técnica y normativas, tratamos de sacarle el máximo partido a cada aspecto.

- Poco después este proyecto fue finalista en los Premios FAD y WAF que se celebraron en Barcelona este mismo año.

- Sorprende cómo una obra con un bajo presupuesto haya obtenido varias distinciones compitiendo con grandes obras y proyectos muy conocidos. Además se expondrá el próximo febrero en el Museo de Diseño de Londres. Esto sólo indica que es posible realizar una arquitectura con cualidades desde lo local y con escasos recursos.

- Ocho casas inscritas y tres patios es un proyecto de promoción pública del Gobierno de Canarias. ¿Cabe la innovación en un proyecto con un programa normativo tan restrictivo?

- Siempre cabe una vuelta de tuerca más. El exceso de condicionantes incluso puede facilitarte la toma de decisiones, sólo hay que encontrar el modo de ponerlos en relación coherentemente.

- ¿Qué aporta el proyecto a la vivienda social?

- El edificio se concibe para favorecer la interactividad social, entre lo público y lo privado del espacio doméstico. La fachada poligonal prevista para las viviendas se convierte en la parte más singular del proyecto, probablemente en la imagen del mismo, no hay otra al exterior. Quizás lo más interesante sea el juego de luces cromáticas, de los patios coloreados en azul, amarillo y verde, con las viviendas. Ahí sucede una gran transmisión de sensaciones. Esta cuestión, de algún modo, también la quisimos trasladar a la fachada a la calle. Y sólo se percibe si el edificio está habitado. Los usuarios, según sus necesidades o costumbres, irán conformando la imagen a la calle, dentro de las posibilidades del juego propuesto. Además, los distintos perfiles poligonales, dibujan una imagen potente enmarcada entre medianeras. La fachada está construida por dos muros con cámara ventilada, que varía de espesor y orientación. A mayor altura hay más exposición solar y respondemos con más espesor. Las viviendas no necesitarán climatizadores, sólo un buen uso del sistema dispuesto en los huecos.

- Ustedes intervienen en una zona de Vecindario, TM de Santa Lucía. ¿Qué respuestas se contemplan para este lugar y el propio tejido social a quien va destinada?

- Hallamos un dialogo con el lugar para formalizar las tensiones encontradas: entre líneas y espesor, las que nos brinda el desfase entre alineación y medianeras; entre miradas interiores y tangencias exteriores. Lo que nos permite dibujar una secuencia vertical de quiebros, planos donde resbala la luz, sombras más expresivas a lo largo del día. El lugar es muy soleado y ventoso. Procuramos canalizar esas energías al interior de las viviendas en la medida más confortable y sólo con soluciones pasivas. Al final este edificio otorga identidad a la calle.

- El color es un elemento esencial. ¿A qué se debe?

- Surge de la búsqueda de espacios con cualidades. Espacios discretos, donde contenedor y contenido establecen relaciones dialécticas. Las viviendas disfrutan de tres patios monocromáticos, que filtran la luz natural tiñéndola, con matices en tonos azulados, ocres y verdes. Por ejemplo, los dormitorios se abren hacia el patio ocre, para procurar resaltar la sensación vitalista que desprende esta luz.

- ¿Qué papel tienen los espacios colectivos en el proyecto?

- Las relaciones diagonales entre los espacios comunes nos ofrecen recortes del cielo y fragmentos enfilados por el viento, iluminación y ventilación natural. Cada elemento representa un papel determinado y significativo. Desde la calle hasta la estancia más profunda, podemos pasar por zaguanes, patios, pasillos, pasarelas y rendijas.

- ¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

- Los proyectos son para nosotros investigaciones, por esta razón los proyectos futuros seguirán con esta intención, como experiencias de manipulación de lo encontrado en cada lugar, de la memoria y experiencias acumuladas.