La muestra, compuesta por 44 fotografías, recorre la vida del dirigente socialista desde su infancia hasta su muerte, el 11 de septiembre de 1973, la mañana en que los militares, encabezados por Augusto Pinochet, tomaron el palacio de la Moneda.

Pablo Varas, un profesor de Historia chileno que lleva viviendo en Bruselas 19 años, ha sido el impulsor de esta exposición, en la que se pueden observar imágenes de archivo que aparecían en un libro editado en Argentina en 1998, y cuyo prólogo fue escrito por una sobrina del presidente, Isabel Allende.

"Estoy convencido de que estas exposiciones, como la literatura, sirven para impedir que el tiempo haga su trabajo, el olvido", explicó a Efe este ex-militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, que pasó ocho años en la cárcel pública de Santiago.

Varas decidió organizar esta exposición para "rendir homenaje a los más de 4.000 compañeros desaparecidos y a los miles de fusilados y torturados" durante la dictadura del general Pinochet, que se prolongó durante más de 17 años.

Aquel bombardeo al palacio de la Moneda con Allende dentro, explica el profesor, era un "mensaje para hacernos creer que nunca más sería posible un gobierno democrático ni un proyecto humano", pero Varas "cada instantánea de la exposición es un sueño" porque "creemos que la utopía es posible".

"Rescatar a Allende no es quedarnos anclados en el pasado, sino que es seguir planteando un mundo nuevo, recordando que aún hay tarea inconclusa que nos queda por hacer", señaló Varas porque, según recalcó, en Chile todavía hay más de un millón de personas que viven bajo los niveles mínimos de pobreza.

Esta muestra, en la que se pueden escuchar de fondo las palabras que el presidente chileno dirigió al pueblo la mañana en que fue derrocado, se exhibirá también en otras dos ciudades de Bélgica -Namur y Amberes-, un país en el que residen más de 3.000 chilenos.