La Taberna Fantástica, la obra más emblemática de Alfonso Sastre, se representará desde hoy hasta el sábado en el teatro Cuyás en horarios de 20.30 horas, y en ella el autor recurre al Madrid de los años 60 para reflejar la marginación social de forma especialmente alienante. La acción transcurre en una sucia taberna del suburbio madrileño de Arroyo del Abroñigal, hoy desaparecido.

Durante la presentación, el actor Antonio de la Torre defendió la total actualidad de esta obra señalando que siempre habrá personas que vivan al otro lado de la línea de la marginación; sin embargo, en ella los personajes, lejos de compadecerse, "se enfrentan a su situación reivindicando su derecho a una vida mejor de una manera digna".

Para el actor el alcohol y el humor tienen un papel fundamental, ya que en la obra los protagonistas "plantan cara a su marginación a base de cazalla y chiste". De la Torre añadió que todos alguna vez nos hemos sentido marginados, nos hemos sentido el otro y de ahí "la vigencia de la obra y su fuerza". El actor añadió que todo transcurre desde las 4 ó 5 de la tarde hasta el amanecer del siguiente y las luces van contando esas transformaciones, por eso la escenografía es importante desde el punto de vista estético y móvil, es corpórea. El actor añadió que el trasfondo de la acción deja paso al punto humano con una casa metafísica donde los personajes caen en el absurdo existencial.

VIAJE. Por su parte, el actor Enric Benavent añadió que los personajes "hacen un viaje metafísico a través del alcohol que los conduce a comprender ese estado permanente de marginalidad". Benavent recordó que el Arroyo del Abroñigal era el típico barrio de chabolas en las que vivía el lumpen de la sociedad madrileña y la obra recupera a esas personas y las disecciona mostrando sus modos de comportamiento, sus reglas y hasta su jerga.

Un lenguaje a la altura de Valle-Inclán que da una visión sobre la condición humana y la desesperación de estar viviendo al límite. Para Benavent la función es "como una borrachera cómica que excede los límites de la realidad" y recordó que también aparece el punto de vista de las relaciones entre los propios personajes marginados que se produce la misma violencia de otros grupos sociales. Como nota curiosa, en la taberna hay una radio de 1966 emitiendo cómo era la España de hace 42 años ya que no se ha querido actualizar.

Finalmente, Julián Villagrán reconoció que La Taberna Fantástica es una historia de hombres, pero "en este mundo tabernero y duro, también hay un lugar para marginar a las mujeres". El actor recordó que cuando la obra se estrenó en 1985 "tenía un sentido político que ahora no tiene", pero que "su capacidad de denuncia social permanece totalmente intacta".