El Centro de Arte La Regenta en la capital grancanaria profundiza en la obra del realizador francés Chris Marker, precursor del llamado cine-ensayo, con un ciclo de cinco de sus películas que se inaugura mañana martes. Chris Marker, la capacidad para traspasar barreras es el título de este ciclo que se celebra hasta el viernes 6 de noviembre, con proyecciones a las 19.00 horas y entrada libre,

Las películas seleccionadas son El muelle y Recuerdos del porvenir', con las que arranca el ciclo, Sin Sol (miércoles 4), El último bolchevique (jueves 5) y Un día en la vida de Andrei Arsenevitch (viernes 6). El cine de Chris Market es singular por transmitir en sus películas, la mayoría de corte experimental, cierta atmósfera onírica y abordar el tema de la memoria, el viaje y el de las revoluciones políticas y sociales.

Artista de culto, entre los desconocidos por el gran público, es uno de los más importantes cineastas surgidos a finales de los años 50 del pasado siglo.

Su primer trabajo ampliamente reconocido por la crítica y público fue el cortometraje La Jetée (1962), que cuenta experimentos científicos sobre viajes en el tiempo en un mundo post-apocalíptico. Una obra que sirvió de inspiración entre otros a Terry Gilliam en su película Doce monos.

Una de sus producciones más celebradas y que se incluyen en este ciclo es Sin sol (1982), un ensayo fílmico en el que Marker supera los límites de lo que se puede llamar documental. Se trata de un ensayo, de un montaje que une partes de documentales y de ficción con comentarios filosóficos, con, lo que genera una atmósfera onírica y de ciencia-ficción. Los principales temas son el Japón, la memoria y el viaje.

Es una demostración de la enorme capacidad del realizador galo para saltar de un mundo a otro, tejer correspondencias entre tiempos distintos, y de la genialidad manifiesta por Marker para establecer relaciones inesperadas que han marcado caminos de futuro en el cine.