Desde que Tom Hanks le ofreció un breve papel en su primer filme como director, The Wonders (1996), Charlize Theron no ha desperdiciado un instante. Con celeridad y acierto, la actriz sudafricana (Benoni, 1975) ha ido encaminando su carrera hacia el estrellato codeándose con compañeros de la talla de Al Pacino y Michael Caine y a las órdenes de grandes como Woody Allen o Robert Redford. Hábilmente, ha encadenado comedias ligeras y romances edulcorados con personajes de intenso dramatismo. Un Oscar, un Globo de Oro, varias nominaciones y el reconocimiento de la crítica y el público son, por ahora, un balance más que rentable. "Mi carrera ha sido y sigue siendo –afirma– un viaje increíble, como actriz y como mujer. Un sueño hecho realidad".

¿El secreto? Talento y suerte, sin duda. Pero, como ella confiesa, también su determinación y su autoestima han tenido un papel decisivo. "Una vez que tienes confianza en ti misma y se nota, puedes agradar a quien te propongas. Con confianza, seduces a cualquiera", señala. Y el público, está claro, no se ha resistido.

Tras unos inicios como modelo y bailarina –práctica que abandonó por una lesión–, tuvo claro que lo suyo era la interpretación. E intuyó que su cuerpo escultural y su 1,77 de estatura sin duda le abrían puertas, pero fácilmente la encasillarían como icono sexual.

Por mucho que ella defienda que "la belleza está en la inteligencia y en sentirse bien consigo misma", es evidente que un físico como el suyo podía orientar su trayectoria hacia papeles de mujeres estupendas sin más. Así que tomó medidas drásticas para huir del tópico. En el 2003 logró el papel de su vida (por ahora): encarnar el personaje real de la prostituta y asesina Aileen Wuornos en el biopic Monster. Para ello no dudó en someterse a una auténtica metamorfosis.

Engordó quince kilos, afeó su piel y su cabello, se colocó una prótesis dental y demostró, ya sin distracciones estéticas, que podía componer un personaje estremecedor con realismo. "Creo que es importante para una actriz fundirse con su personaje y adoptar su imagen. Cuando actúas, debes parecerte a quien interpretas." La recompensa llegó, el año siguiente, en forma de Oscar y elogios a su camaleónica actuación.

Musa y modelo

Desde hace años, la actriz compagina su nutrida actividad cinematográfica con trabajos como modelo publicitaria. Y araña el tiempo que puede para otra de sus pasiones, la labor humanitaria. Quizás esa implicación en cuestiones sociales haya sido, en parte, motivada por el episodio que marcó su adolescencia. Hija única, a los 15 años fue testigo de la muerte de su padre por un disparo de su madre, cuando este intentaba agredirla. Absuelta por el juez –que consideró la acción en defensa propia–, su madre se convirtió en el principal apoyo de la joven, que no repara en elogios hacia ella: "Mi madre es mi heroína. Es fuerte, inteligente y muy divertida".

La actriz se siente orgullosa de los logros de su ONG, The Charlize Theron Africa Outreach Foundation. "¡He conseguido tantas cosas en Sudáfrica con mi organización! –exclama–. Y lo que más me motiva es lo que queda por hacer." Su compromiso se ha hecho evidente, por ejemplo, en causas como la mejora de las condiciones de vida de los desfavorecidos de su país y el maltrato a las mujeres. En el 2008 fue nombrada embajadora de paz de las Naciones Unidas y lideró una campaña para poner fin a la violencia contra la mujer.

[...]Y es evidente que su trabajo le proporciona más que buenos momentos. En especial, tras convertirse en una actriz con Oscar. Aquel momento fue el punto de inflexión en su carrera tras el que accedió a papeles de mayor profundidad psicológica, mujeres que demostraban su fortaleza en situaciones difíciles: la minera de En tierra de hombres (2005), la inspectora de policía de En el valle de Elah (2007), junto a Tommy Lee Jones, y la mujer atormentada por su pasado en Lejos de la tierra quemada (2009). La historia de este último filme, dirigido por Guillermo Arriaga (el guionista de Amores perros, Babel, 21 gramos), la atrapó de tal modo que se implicó también como productora. "Es una gran película, el guión es maravilloso.

Y Arriaga, un director muy interesante." La actriz piensa repetir en el terreno de la producción, aunque no avanza detalles. "Tengo una larga lista de proyectos que voy a producir, otros en los que sólo actuaré..." Entre esos probables trabajos futuros se encuentra la cuarta entrega de la serie futurista Mad Max. Su nombre suena con insistencia para encabezar el nuevo reparto, esta vez sin la presencia del protagonista absoluto de la franquicia, Mel Gibson.

El productor y director George Miller ha confirmado que el rodaje comenzará en Australia el próximo año. Además, la estrella tiene en cartera el rodaje de The Brazilian Job (secuela de The Italian Job) y Florence of Arabia. Por ahora, sus seguidores pueden disfrutar de su última actuación, al lado de Viggo Mortensen, en la apocalíptica La carretera, adaptación de la novela homónima de Cormac McCarthy (No es país para viejos). []

Personajes intensos

Su irreconocible aspecto y su intensa aproximación a la auténtica asesina Aileen Wuornos en Monster (foto superior) dio un giro a su imagen pública y su reconocimiento como actriz. Hasta entonces había destacado en Pactar con el diablo, con Al Pacino; Celebrity, donde fue top model para Woody Allen; en la familiar Mi gran amigo Joe, y Las normas de la casa de la sidra, de Lasse Hallstrom, donde destacó con su certera intervención. Ya con el Oscar en la mano, le llovieron los papeles. Personajes intensos como la madre luchadora de En tierra de hombres (2005) y la policía de En el valle de Elah (2007) que combinó con otros más ligeros, como el de Hancock con Will Smith o la futurista Aeon Flux. En Lejos de la tierra quemada (2009) supo expresar con la mirada un pasado atormentado. Su último estreno ha sido 'La carretera', junto a Viggo Mortensen.