Es el octavo órgano que restaura el Cabildo de Gran Canaria en su afán por la recuperación de estos instrumentos históricos que forman parte del patrimonio eclesiástico. El órgano de San Francisco de Asís ha vuelto a su lugar natural después que se hayan dado por concluidos los trabajos de restauración realizados bajo la dirección del organero Gunnar Schmid en la localidad alemana de Westendorf.

Ha sido un trabajo "delicado y minucioso", en palabras de la musicóloga y catedrática de Historia de Historia de la Música de la Universidad de La Laguna, Rosario Álvarez, que viene asesorando al Cabildo en su política de restauración de órganos desde 1996. El esfuerzo, que en el plano económico ha supuesto una inversión de 198.000 euros, ha exigido el completo desmonte de todas las piezas para la sustitución de las maderas deterioradas por el paso del tiempo, así como la limpieza, desinsectación y reparación del resto de elementos de su estructura como fuelles, su sistema de viento y secreto

El órgano fue construido en 1921 en los talleres vascos de Aquilino Amenzúa siguiendo los patrones del organero francés Aristide Cavaille-Coll a imagen de los instrumentos del siglo XIX. "Cada órgano es deudor de su época y tiene sus característisca determinadas", explica Rosario Álvarez. El de San Francisco de Asís, es por tanto deudor del repertorio romántico y contemporáneo, algo que en su opinión es "muy importante", porque en Las Palmas de Gran Canaria sólo se contaba con instrumentos barrocos, como son los de la ermita de Santo Domingo y la parroquia de San Bernardo, en San Telmo. A éstos se une el órgano de la Catedral, que es neobarroco, "pero en vez de tener una estética romántica por su cronología, tiene una estética del pasado que imposibilita que se interpreten repertorios románticos", apunta Álvarez. En su opinión, "los registros de los órganos van a los sonidos e instrumentos de la época, y con este se simula el sonido de una orquesta sinfónica de su tiempo".

Con su puesta a punto, y al que le queda un trabajo no menos complejo con completo ensamblaje de las piezas, armonizar sus timbres y afinar el instrumento para que vuelva a sonar con todo su esplendor el próximo día 21 con la presencia de los organistas Andrea Kumper y Christian Kohler (con un programa sobre Litianes, Bach, Mendelssohn, Franck y Reger), "la capital tiene una oferta enorme por disponer de un órgano de época como éste, y porque son ya cuatro las iglesias en las que se podría hacer un circuito con un repertorio de muchas épocas", según la experta.

"Estoy muy contenta por cómo ha resultado toda la restauración. Las maderas han sido sustituidas, y es algo que no habría ocurrido con las maderas del barroco, de roble curado que no hay quien le meta el diente. Igual se apolillan otras partes, pero lo que es el secreto, no he visto cambiar ninguno de esta época", sentencia Álvarez.

La también responsable del ciclo de conciertos de órgano histórico que celebra CajaCanarias, no esconde su preocupación por el futuro de estos instrumentos, ya que ciclos como éste igual no tendrán continuidad en 2010, y no existe vocación de organista entre los jóvenes que se forman en los conservatorios.