"El ERE es un parche, necesario e inevitable, pero un parche. Veremos qué pasa en 2011", señaló ayer Luis Regueira, representante de los trabajadores del Museo Canario, que estos días es noticia por el despido temporal de 14 de sus 18 trabajadores y el cese por seis meses de los servicios de biblioteca, archivo y hemeroteca, debido a la reducción de las subvenciones que recibe anualmente del Gobierno de Canarias, el Cabildo insular y el Ayuntamiento capitalino.

"Nosotros no tenemos ningún conflicto con la dirección de este museo, es más, creemos que con el dinero que hay Diego López ha hecho una gestión impecable", aclaró Regueira, bibliotecario del museo. Lo que sí tienen claro los trabajadores es que "esta situación se repite año tras año y si la excusa es la crisis me parece que lo que se está haciendo es fomentarla, porque nosotros pasamos a cobrar el paro, con lo que cotizamos menos y se reduce nuestra capacidad de consumo, con lo que estamos agravando la situación", argumentó.

La plantilla entiende que "ya no había otro capítulo del que recortar". Y es que el año pasado ya hubo una reducción de las aportaciones públicas, sobre todo por parte del Gobierno de Canarias, que casi alcanzó un 50% menos de su subvención al centro capitalino. "En 2009 se suspendieron las actividades extraordinarias, que son las publicaciones, las conferencias, las exposiciones, etc. Por ejemplo, nos propusimos ahorrar luz, cosa que tampoco está mal desde el punto de vista ecológico, pero que nosotros hacemos para salvar el futuro del museo. Pero no ha sido suficiente y somos conscientes de que este año no había otra opción que tocar a los trabajadores", reconoció el empleado.

Una de las cuestiones que recalcan los empleados del museo es su disconformidad con la forma de repartir el dinero público. "Queremos expresar nuestra repulsa contundente a un reparto presupuestario que nos parece irracionalmente injusto, socialmente irresponsable y estratégicamente ineficaz, pues somos conscientes de la situación en la que queda nuestra industria cultural tras el recorte de los presupuestos destinados cualquier actividad relacionada con la cultura", expresaron ayer en un comunicado acompañado de las cifras que demuestran sus palabras. Esas reducciones son de un 10,2% por parte del Cabildo, de un 60% en el caso del Gobierno y de un 33,4% en el del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Total, el Museo deja de percibir casi 220.000 euros este año.

Una incongruencia que señalan los trabajadores es que "con una decisión que ahoga económicamente al Museo Canario, las corporaciones están creando una curiosa paradoja, pues las mismas entidades que inducen la quiebra definitiva de la institución están financiando las obras de ampliación que se llevan a cabo en su sede de Vegueta".

Luis Regueira admite que su trabajo es vocacional y, al hablar con él se le nota la preocupación por el futuro de la institución. "No se valora lo que tenemos aquí. No hablo de Canarias, sino de España y Europa, porque es muy difícil encontrar un centro que reúna un patrimonio documental, bibliográfico, etnográfico y antropológico de esta magnitud", concluyó.