Eduardo Luzardo, el que fue batería de Los Ídolos y de Los Canarios, la banda de mayor proyección internacional que ha dado la historia del rock canario, falleció ayer en Madrid a los 60 años, tras una larga enfermedad que no pudo superar. Luzardo era en la actualidad gerente de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música, cargo que venía ocupando desde noviembre de 2004, y su fallecimiento se produjo al día siguiente de la entrega de los XIV Premios de la Música en Madrid, certamen anual que bajo su dirección hizo posible su itinerancia por varias ciudades españolas, según comunicó ayer la Academia.

Su carrera profesional estuvo siempre ligada a la música, como bien recordaron ayer colaboradores y amigos, que asumían con una tremenda resignación y lamento la pérdida de un gran profesional y mejor compañero. Junto a Eduardo Bautista, el actual presidente del Consejo de Dirección de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE) formó parte de Los Ídolos a finales de 1962, en lo que sería el germen de Los Canarios, con quienes estuvo hasta enero de 1972, en que optó por incorporarse al sello Ariola como responsable del catálogo internacional de la discográfica, que incluía el catálogo de Island, Virgin, Bronze, Chrysalis, Pye, Motown, A&M y United Artists

"Era un tipo grande, que pertenecía al contingente de músicos que tomó la determinación de salir de las Islas con un grupo como Los Ídolos, para buscar otros caminos, y los sellos discográficos que no existían en Canarias en aquellos años", explicó ayer el músico tinerfeño y directivo de la SGAE Caco Senante. "Con Los Canarios fue un referente de la vanguardia musical internacional", sentenciaba Senante, que se encontraba en el tanatorio madrileño de la M 30, donde permanecen hasta este mediodía los restos mortales de Tato Luzardo. "Se nos ha ido el amigo y mejor biógrafo que podía haber tenido Teddy Bautista", apuntó.

"EXCEPCIONAL". El guitarrista Salvador Domínguez, que colaboró con Los Canarios en varios de sus conciertos y mantuvo una estrecha relación profesional con sus componentes, manifestó ayer su pesar desde su domicilio madrileño y habló de Luzardo "como un tipo excepcional, la mano derecha de Teddy desde que salieron de la isla a mediados de los 60, primero como Los Ídolos y luego como The Canaries como los bautizaron los americanos". Domínguez comenzó a enumerar una serie de anécdotas sobre las fatigas de una banda de rock en su periplo internacional para concluir: "Tuve el honor de tocar con ellos en 1972, y eran especialmente grandes".

Su faceta de ejecutivo de Ariola no pasa desapercibida para Salvador Domínguez: "Él fue el responsable del lanzamiento del sello Ariola".

En Gran Canaria, ayer costaba asumir la muerte de Tato Luzardo. Otro guitarrista, Alfredo Santana, miembro de los míticos United, sólo tenía palabras de agradecimiento hacia el malogrado batería por el apoyo que siempre le brindó. "Él fue un referente para todos nosotros, una gran persona y uno de los mejores del momento". El apelativo de "excepcional" también estuvo ayer presente en el músico Benjamín Domínguez: "Lo conocí en el Flamingo en 1964 cuando estaban por aquí The Shadows, y Los Canarios eran la conexión con aquella música maravillosa".