El pianista dominicano Michel Camilo definió el lunes su música como el encuentro de tres tendencias, de tres "mundos" en las manos de un solo intérprete. "La gente disfruta más cuando mis tres mundos se unen en uno solo: mi vocación de pianista clásico junto con la del jazz y mis raíces caribeñas o latinas. Esos tres ángulos me definen como intérprete", dijo.

Camilo, que actuó por la noche en el Auditorio Alfredo Kraus, recordó antes cómo comenzó formándose en la música clásica para, posteriormente, dar un giro y comenzar a despuntar como intérprete de jazz, que no obstante acabaría reencontrándose con la música culta. "Al principio de mi carrera hacía giras en festivales de jazz. Luego me conocieron las hermanas Labèque y me llevaron de vuelta al mundo clásico. Me dijeron que no debía salirme del clásico. Fui de gira con ellas por Francia, y a partir de ahí todo ha ido in crescendo", explicó.

Reflejo de esta fusión y este eclecticismo es la gira mundial que el dominicano está realizando, de la que forma parte el concierto a piano solo que ofreció el lunes en Las Palmas de Gran Canaria. "Yo cada año hago una gira mundial y normalmente la hago basada en un solo concepto. Pero este año decidí hacer todos los conceptos juntos, así que en la gira hay piano en solitario, he hecho también conciertos con el guitarrista Tomatito, así como actuaciones con mi trío", añadió.

El experimentado intérprete tardó años en decidirse a salir al escenario con su piano solo. "Este es un proyecto que comencé relativamente hace poco. Por muchos años, los promotores querían que tocara el piano solo y yo decía que no estaba listo todavía, que había que tomárselo en serio para que un concierto tenga su arquitectura propia", dijo Camilo, que comparó la estructura de una actuación de este tipo a la de un libro. "Yo siempre digo que un concierto es como si fuera un libro. Lleva varios capítulos y narra una historia. Cada capítulo va relacionándose con el siguiente de una forma o de otra", aseguró.

En estos programas, el músico ofrece un repertorio "bastante amplio, en el que están mis piezas conocidas, que no pueden faltar, pero también hay los clásicos del jazz en medio de la actuación y hasta una versión para piano de Adiós Nonino, el tango de Astor Piazzolla, que me costó aprender, porque estaba acostumbrado a tocarlo a dúo con Tomatito, pero lo he adaptado al solo, y la verdad es que la gente lo disfruta muchísimo", explicó.

Camilo actuó ayer por sexta vez en el Auditorio Alfredo Kraus. Recientemente ha estado tocando en Estados Unidos. "Toqué jazz en el mítico Blue Note y fue fabuloso. Días después estuve en el Carnegie Hall, en otro concierto radicalmente diferente, porque allí acompañé al gran cantante mexicano Marco Antonio Muñiz. Fue algo muy especial, la gente no se esperaba que un piano y una voz pudieran llegar tan lejos en esa gran sala", finalizó.