- Drama y luz viene precedido por el lanzamiento de un single, Lluvia al corazón, que ustedes apuntan como una canción que habla a la vez de tragedia y de esperanza, con un juego muy potente de guitarras.

- La canción la hicimos entre Fher, que hizo la letra, y yo. Musicalmente, tiene una primera parte que describe la opresión que siente alguien y que se visualiza con esa imagen de la mariposa que se encuentra cara a cara con un huracán. Pero antes de los coros, en efecto, entra con las guitarras un golpe de luz y de esperanza. Es una canción que se la puedes cantar a tu hijo, pero también a tu novio, a tu esposo, a las personas a las que quieres. Que habla de que, aunque lleguen momentos difíciles a tu vida, siempre es posible la esperanza.

- Aunque en medio se publicó el directo Arde el cielo, que resumía la última gira, Maná se ha tomado cuatro años y medio para crear Drama y luz. ¿Mucha presión por el retraso?

- Habíamos salido de una gira muy larga de año y medio. Y hay que tener en cuenta que nosotros lo hacemos todo: escribir, arreglar y grabar. Eso requiere su tiempo. Además, nadie contaba con que en medio se produjera la pérdida de la madre y la hermana de Fher. De todos modos, nosotros no sacamos nunca un disco hasta que lo tenemos listo de la A a la Z porque queremos hacer las mejores canciones, porque la gente se merece eso y más. Eso fue lo que provocó que tardáramos casi cinco años. Lo que hemos conseguido es un disco tallado a mano, donde cada canción es una historia y que introduce muchas novedades.

- ¿Se refiere por ejemplo a los trazos sinfónicos?

- Sí, metemos orquestas sinfónicas, cuerdas, metales... El disco incluye una canción que se llama Sor María que habla de la historia de una monja que se enamora de un sacerdote, imagínate, es una historia de amor bellísima. Y otra que se llama Dragón y que habla de las adicciones a las drogas. Y otra de un tipo que viaja a través de un espejo. Cada pieza contiene una historia.

- Ya que habla usted de canciones de amor bellísimas: lo cierto es que el catálogo de Maná está lleno de amores contrariados, de historias de desamor. ¿Tan mal les trata la vida?

- Realmente el que hace las letras es Fher. Pero en este disco cambia el tono. Recordemos Bendita tu luz, que es una canción sobre el enamoramiento. Ahora lo que fluye es el amor más maduro. Hay temas de amor y de perdón, pasa como en la vida. Cuando maduras eres más tolerante y perdonas. Además, Fher escribió una canción a su mamá.

- Eso sí que fluye en el título, el contraste entre el drama y la luz.

- Ese contraste se refleja en Lluvia al corazón, que describe muy bien el conjunto del disco.

- Por cierto, hay un tema que ustedes dicen haber compuesto después de haber palpado racismo en Miami.

- El sentimiento nació básicamente de una experiencia que tuvimos Álex y yo. Ambos estuvimos un tiempo viviendo en Estados Unidos y detectamos que había mucho racismo hacia los latinos. Somos una raza de soñadores, de gente que trabaja mucho, con mucha esperanza.

- ¿Me está diciendo que vivió el racismo en carne propia?

- Yo lo digo como experiencia propia en mi vecindario cuando viví en EE UU. Un día llegó a mi casa una vecina, sabes que allí es muy típico que acudan a darte la bienvenida. Tocó en mi puerta, le abrí y encontré una chica muy amable. Pero cuando me preguntó de dónde era y le dije "soy mexicano" le cambió la cara. ¡Imagínate! Y eso que alguien como yo llega allí en buenas circunstancias.

- ¿Hacen entonces bandera de Latinoamérica?

- Me atrevo a decir que sí. Pero es más bien que la gente se ha apropiado de nosotros. Cuando salimos de tour, incluso en Estados Unidos, los conciertos parecen a veces Naciones Unidas, con banderas de todos lados, incluida la de España. La gente nos ha adoptado.

- A estas alturas, no creo que nadie ponga ya en duda que Maná se ha convertido en todo caso en la mejor banda del mundo de habla hispana.

- Eso yo no lo sé. Hay quien lo dice y nosotros estamos muy agradecidos del amor y de la entrega que palpamos. Y de las mezclas que hay en nuestros conciertos, con gente de todas las edades, con abuelos que van a vernos con sus nietos.

- ¿Maná viene a ser al rock hispano lo que U2 al de habla inglesa?

- ¡Qué te puedo decir! Lo cierto es que nuestra música ha llegado a rincones a donde jamás pensamos llegar. Hace poco tuvimos oportunidad de coincidir con la gente de Coldplay y nos decían "no canten en inglés", porque esa no es nuestra esencia. Al contrario, se nos da el caso, en lugares como Alemania, donde la gente se aprende las letras aunque no hable nuestro idioma, y eso para nosotros es un regalo.

- En junio iniciarán una gira de año y medio por todo el mundo que les traerá a Canarias a finales de septiembre de la mano de LM Producciones.

- En efecto, y tenemos unas ganas terribles de ir a las Islas Canarias, donde hicimos el último cierre de gira en Gran Canaria y Tenerife y fue espectacular. Queremos mucho a España, pero en Canarias siempre nos impresiona mucho la calidez, la forma de hablar de la gente. Por eso nos gusta volver, tanto si vamos a tocar como si lo hacemos de turismo.

- ¿Año y medio de gira no es como para sentir vértigo?

- Bueno, dura año y medio, pero hacemos paradas de dos semanas. ¡Porque se para un poco o nos divorcian!

- Para terminar. ¿Me diría algo del fenómeno de la violencia que padece México?

- México es un país maravilloso, muy alegre, muy optimista. Obviamente, todo eso nos produce mucha tristeza, pero ya hay gente que trata de arreglarlo. Nuestro papel y nuestra mesa es llevar música, cantar y llegar al corazón de las personas.