El productor, distribuidor y exhibidor Enrique González Macho, Premio Nacional de Cine 1997, presidente de Altafilms y propietario de la cadena de cines Renoir, es el nuevo presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, en sustitución de Alex de la Iglesia.

González-Macho es un hombre de cine que apuesta por una Academia integradora en el "sentido más amplio de la palabra", en la que cada uno de los sectores que componen el cine pueda ser miembro y así distribuidores, exhibidores, creadores, interpretes y productores participen en el desarrollo de la misma.

Fue el 17 de marzo cuando formalizaba su candidatura a la presidencia de la Academia y se ponía a luchar por el cargo con el cineasta Bigas Luna.

Este cántabro, nacido en 1948 en Santander, fue uno de los introductores en España de las versiones originales subtituladas. Empezó en la producción en 1967, fue técnico en más de 60 películas, y en 1969 montó la productora Alta Films, que ha dado salida a películas independientes, principalmente europeas y españolas.

En 1986 abrió el primer cine Renoir, en Madrid, con actualmente 180 pantallas.

Firme defensor del cine español, el ex presidente del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales ha apostado por una industria sin complejos a la que ayudan, en parte, las televisiones con su porcentaje destinado a la producción y la importancia de los derechos de emisión en antena.

Coautor, con José María Elorrieta y Fermín Sandoval, del guión de la película "La llamada del vampiro" (1972), forma parte de la Asociación de Distribuidores Independientes.

Homenajeado en festivales como el de Huelva o el de Málaga, entre sus galardones destacan los Premios Nacional de Cinematografía 1997 y Europa Cinemas 2006 al mejor empresario, además del título de Caballero de las Artes y las Letras de Francia (1998).

Gonzalez Macho cree firmemente, según explicaba a Efe recientemente, que el cine está en un proceso de transición que, inevitablemente, pasará por internet, y asume que su gestión deberá nadar en ambas aguas mientras llega el nuevo modelo de negocio.

"Estamos en un modelo obsoleto y hay un modelo que está por llegar en el que, indudablemente, internet jugará un papel muy importante, pero no se sabe exactamente muy bien cuál va ser aún", ha manifestado uno de los primeros impulsores de la plataforma de cine "on line" Filmin.

Su programa, tiene una vocación integradora desde el punto de vista político, porque "somos más de 1.000 personas con todo tipo de ideología y sensibilidades y todas merecen un mismo respeto".

En ese sentido, ha puntualizado que la Academia "tiene que ser apolítica, no puede ser de otra forma".

Le preocupa la "lacra" de las subvenciones del cine español: "parece que está todo supeditado a eso y no es cierto -apunta-. Las subvenciones representan el 17 por ciento de la cifra de negocio de la producción y al mismo tiempo es rentable para el Estado; está demostrado que por cada euro hay un retorno de tres".

Y añade que el cine, en cualquier país del mundo, "excepto en la India", que no sabe bien "cómo es exactamente", sobrevive porque tiene algún tipo de subvención o desgravación.