- ¿Ha sido el objetivo del Festival escapar de los festivales tradicionales?

- Los objetivos del Festival del Sur se proponen desde nuestra propia realidad social y nuestra concepción de la política cultural más que frente a otras realidades, pero es cierto que al final el evento que se crea contrasta con los festivales tradicionales. Y ello en varios sentidos. Por una parte, porque nace como una actividad participativa, que permita integrar a la población local en la vida cultural del municipio. Pero también por el hecho de que los invitados permanezcan en Agüimes durante todo el festival, que convivan y que se relacionen directamente con los ciudadanos y con el público. En definitiva, porque no es sólo una muestra de espectáculos, sino un festival de teatro que desborda los escenarios hasta llegar a la calle.

- ¿Hasta qué punto ha contribuido a la proyección exterior del municipio?

- El municipio de Agüimes se ha proyectado al exterior en diversas ocasiones y desde áreas de trabajo bien distintas: turismo rural, servicios sociales, medio ambiente? Pero sin duda el Festival del Sur es una de ellas, y lo ha hecho mucho más de lo que podríamos haber imaginado al ponerlo en marcha. Como dijo Antonio Morales en el discurso de entrega de los Max, los actores de los tres continentes han llevado a Agüimes al mundo, y el mundo ha llegado a Agüimes a través de ellos. Hoy, el Festival del Sur es uno de los acontecimientos teatrales más importantes de España, pero también de Latinoamérica.

- ¿Ha calado la filosofía de ser un encuentro entre tres continentes?

- Sin duda. Y es normal, porque para Canarias, ofrecerse como espacio de encuentro entre estos tres continentes es la mayor aportación que se puede hacer al resto del mundo, en el campo de la cultura, pero en otros también. Algunos lugares llevan inscrito su papel en la geografía y en la historia, y el de Canarias es ése. Era además absurdo que ni el teatro iberoamericano ni el africano tuvieran ninguna presencia en las islas. La tienen a través del Sur, y por desgracia sólo la siguen teniendo por esa vía. Ese carácter intercontinental ha sido clave en el éxito del Festival, y ello por una razón: el público canario necesitaba ir más allá de las producciones españolas y europeas, porque su identidad se lo reclamaba.

- ¿Cuáles han sido los hitos más importantes?

- El último que acabamos de vivir es sin duda uno de ellos: el premio Max. Pero algunos más han jalonado la historia del Festival. Tras una serie de intentos de hundirlo por parte de las instituciones que deberían haberlo apoyado -el Gobierno de Canarias en la segunda edición, tras el éxito de la primera, y el Cabildo con la llegada de Soria al poder-, la recuperación de esos apoyos y el advenimiento de otros, como el INAEM, AECID, la consejería de Solidaridad del Cabildo de Gran Canaria, la Dirección General de Relaciones con África y Casa África, entidades estas tres últimas que entendieron y apoyaron la importancia de abrir vías de acceso de la cultura africana en Canarias. También la llegada de otros reconocimientos, como el Ollantay del CELCIT, el Lorca de la diputación de Granada, o el Ojo crítico de Radio Nacional de España. Y desde el punto de vista artístico, varios, pero por no poder nombrarlos a todos, cito algunos: el paso por nuestros escenarios de La Zaranda, Juan Carlos Gené, Pavlosky, Ana Mariscal, Saramago, Enrique Buenaventura y su TEC, el Circular de Montevideo, La Troppa, Eduardo Galeano, Patxi Andión, Amadou Kourouma? El recorrido del Festival del Sur está lleno de grandes nombres y mejores sorpresas. Y entre ellos hay que situar con letras de oro los de Luis Molina y Pepe Monleón.

- ¿Cómo ve el futuro del festival con la nueva dirección?

-Muy halagüeño. Porque Francis González, concejal de cultura y actual director, es un hombre que comparte plenamente la filosofía del festival del Sur, porque ya ha mejorado diferentes aspectos del proyecto, porque trae ideas nuevas que sirven para realzar lo esencial del festival, y en ningún caso para dañarlo, y porque además este año se incorpora un nuevo espacio escénico, nuevo y magnífico, que va a cambiar sustancialmente la infraestructura en que se realiza el evento: el teatro del Cruce de Arinaga. Y porque el año que viene, o el siguiente, dependiendo de la economía, se incorporará el de Agüimes Casco, que figurará entre los tres o cuatro mejores teatros del archipiélago.

- ¿Ha sido más bien un proyecto para fomentar la integración?

- Esa es otra de sus claves. La integración de la ciudadanía en la vida cultural. La integración de Agüimes en el mundo. La integración de las culturas de los tres continentes en Canarias. Y, sobre todo, la integración en nuestra visión del mundo del concepto fundamental de la riqueza de la multiculturalidad.