| Casualidad. Una casualidad posibilitó el descubrimiento de la Cueva Pintada y la fortuna permitió que superara el tiempo, la humedad, los productos químicos de la agricultura, las visitas incontroladas y los desacuerdos políticos. Pero sin duda fueron el empeño, el trabajo, la visión de futuro y pasión de Celso Martín de Guzmán lo que ha hecho posible que el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar sea una realidad importante a nivel de investigación.

| Complejo. Celso Martín de Guzmán convenció a las administraciones de la alta potencialidad y valor del yacimiento. El historiador galdense, que fue el primer director general de Patrimonio del Gobierno de Canarias, convirtió la Cueva en su obsesión y, a principios de los 90, logró que la Consejería de Educación y Cultura destinara unos 60.000 euros al año a un trabajo que era muy lento por su complejidad.