El XV Festival de Teatro, Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria se despide hoy viernes con la segunda de las funciones de A ópera dos tres reás, la adaptación que el Centro Dramático Galego ha realizado de La ópera de cuatro cuartos, de Bertolt Brecht y Kurt Weill. Una pieza mayor con dirección escénica y dramaturgia de Quico Cadaval y dirección musical de Diego García, que tiene al actor Luis Tosar como protagonista entre un elenco de 20 actores, cantantes y músicos, con la que el certamen clausura su programación de 2011 con una asistencia de público a la altura de la oferta escénica y musical más amplia de toda su historia.

Un total de 14 compañías entre locales, nacionales e internacionales, han vertebrado un Festival que arrancó en los primeros días de julio con el espectáculo Sueño de una noche de verano, de Clapso Producciones en distintas localizaciones urbanas de la ciudad; y las coreografías de la estadounidense Martha Graham Company en el escenario de Santa Catalina.

Con un aforo de 1.400 personas en el escenario grande del Festival, y 400 en el edificio Miller, el evento ha alterado su concepto primigenio como encuentro anual de artes escénicas para incorporar espectáculos musicales en una proporción más abundante que años anteriores, e incluso con localizaciones distintas a Santa Catalina, su enclave natural, con recitales del Coro Mateo Guerra que con dirección de Luis García Santana llevó los Requiem de Fauré y Duruflé hasta la iglesia de Santo Domingo, en Vegueta.

El número de espectadores que han disfrutado de un "programa impecable", en palabras de la concejal de Cultura, Mª Isabel García Bolta, no ha sido cuantificado a la espera de conocer el registro de taquilla de las dos funciones del Centro Dramático Galego y A ópera dos tres reás.

La ocupación en el edificio Miller ha sido completa. El aforo de 400 butacas colgó el cartel de completo en los espectáculos aquí programados, caso de la adaptación de La casa de Bernarda Alba, de García Lorca, por la compañía Tribueñe Teatro; La violación de Lucrecia, de Shakespeare, con Nuria Espert, uno de los platos fuertes de 2011; y El flautista mágico, de Teatro Paraíso, la única propuesta familiar de este año.

A los espectáculos reseñados se suman otros que dieron lustre a la oferta escénica, como Forever Young, una producción de Tricicle que se puso en escena los días 26 y 27 de junio; la Compañía Nacional de Danza, que dirección de Hervé Palito trajo a finales de julio tres de sus coreografías hasta Santa Catalina; y el Malandain Ballet Biarritz, que estuvo el primer fin de semana de agosto.

El resto, han sido propuestas musicales de diverso signo. Al margen del Coro Mateo Guerra, el XV Festival presentó a la Orquesta de las Naciones con dirección de Justus Frantz en dos jornadas consecutivas; el espectáculo Capricho Lírico con la Sinfónica de Las Palmas bajo la dirección de José Luis Gómez Ríos, formación que protagonizó otro Concierto Sinfónico, esta vez en colaboración con la Otto Edelmann Society, dirección de Michael Zlabinger y la joven violinista Carla Marrero; y la Orquesta Sinfónica de Bratislava, con David Hernando Rico.

"El balance es positivo con un programa que ha tenido amplia aceptación entre el público, aunque ha sido excesivamente costoso para las arcas municipales", dijo ayer García Bolta. La programación fue diseñada por la anterior corporación socialista con un coste superior al millón de euros, de los que 800.000 los aportó el Ayuntamiento.