El escritor barcelonés Carlos Ruiz Zafón, ya consolidado como estrella mediática, puso ayer a la venta la tercera entrega de la saga del Cementerio de los Libros Olvidados, El prisionero del cielo, una novela "más luminosa" que desencalla las historias de las anteriores, ha asegurado. En un acto multitudinario en el edificio gótico de la capilla dels Àngels y sobre un telón de fondo de Piranesi, el escritor Zafón ha conversado con la periodista Gemma Nierga ante un auditorio mudo de periodistas y libreros de todo el mundo.

El prisionero del cielo (Planeta), que sale con una tirada inicial de un millón de ejemplares en todos los países de habla hispana, continúa con la trama planteada en La sombra del viento (2001) y El juego del ángel (2008), y que cerrará una cuarta.

Zafón reconoce que quizá en El juego del ángel el lector "se enfadó un poco porque no sabía bien por dónde iba la historia", pero ahora, traspasado el ecuador de la saga, se empieza a ver qué se oculta en ella de modo que "todas las claves de las dos anteriores novelas son reinterpretadas y ahora cobran sentido, y eso precipita toda la narración".

La novela arranca en la Barcelona de 1957, donde Daniel Sempere y su amigo Fermín -los héroes de La Sombra del Viento- regresan de nuevo a la aventura, pero cuando todo empezaba a sonreírles un inquietante personaje visita la librería de Sempere y amenaza con desvelar un terrible secreto que lleva enterrado dos décadas en la oscura memoria de la ciudad.

Al conocer la verdad, Daniel comprenderá que su destino le arrastra inexorablemente a enfrentarse con la mayor de las sombras: la que está creciendo en su interior. Admite el autor que El juego del ángel sería como "una precuela" en la línea temporal de La sombra del viento, mientras que El prisionero del cielo funciona como una secuela, porque se desarrolla un año después, pero advierte de que a pesar de sus conexiones, los cuatro libros de la serie funcionarán de manera independiente.

Entre los personajes que aparecen en esta, Zafón destaca a Mauricio Valls, que personifica "lo peor del franquismo" y es "el verdadero villano de la saga" y al que el lector conoce desde que se va formando hasta que se transforma en "un monstruo".

Preguntado por su invariable oposición a la versión cinematográfica de sus novelas, Ruiz Zafón ha señalado que le parece más eficaz que sus lectores vivan "no sólo una experiencia textual, sino también sensual y sensorial", para lo que recurre a elementos que proporcionan la música o el cine. Arguye otro motivo en contra de la adaptación cinematográfica: "Este cuarteto de novelas trata sobre los libros, quienes los escriben, quienes los venden, quienes los leen y quienes los destruyen, y sería un error intentar transformarlas en otra cosa para hacerlas más populares o intentar exprimirlas, porque no hace falta que todo sea una serie, una película o un videojuego", destacó el autor.