El mercado nacional y canario deja un puñado de referencias de distinto signo, que, lejos del estigma de la crisis, pone de manifiesto que la creatividad y el empuje de los artistas va por otro camino. Si el balance nacional obliga a reseñar las últimas producciones discográficas de Vetusta Morla, Amaral, El Columpio Asesino, Maika Makovsky, Nacho Vegas, Sidonie, Arizona Baby y Los Coronas, The Right Ons, Manel, Pony Bravo o Guadalupe Plata, el espectro canario pone sobre la mesa producciones que bien merecen acabar entre lo mejor del año a nivel nacional.

Con una larga treintena de producciones aparecidas este año, destacan sobremanera el gran título del rock hecho en Canarias, caso de GAF y la Estrella de la Muerte; la gran revelación manifiesta en el disco de debut de Fuel Fandango; el igualmente sorprendente debut de The Birkins; la tercera entrega de Pumuky con Plus Ultra; el segundo de The Good Company, Dearland; el tercero de Alma Sin Dueño, 1095; y la primera referencia de The Monos. Y en otra órbita de estilo, lo nuevo de Pedro Guerra, Rosana, Sabandeños, Mestisay, Troveros de Asieta y Toñín Corujo, entre otras referencias.