Adscrito a la corriente de la poesía metafísica, frente a la dominante poesía de la experiencia en España, Andrés Sánchez Robayna (Santa Brígida, 1952) está considerado uno de los principales poetas de habla hispana. Ensayista consumado y exquisito experto en el Siglo de Oro y en literatura moderna, fue a su vez director de la revista Syntaxis de arte y literatura, valorada como una de las más selectas y cosmopolitas del despliegue democrático español tras la Transición. El también catedrático de Literatura de la Universidad de La Laguna es conferenciante habitual en universidades y centros culturales de medio mundo, así como albacea literario de José Ángel Valente, una de las cumbres poéticas de la segunda mitad del siglo XX español. Desde que en 1984 su libro La roca lograra el Premio de la Crítica, las mejores editoriales del mundo hispano se han encargado de dar a la luz su polifacética producción. La reflexión sobre el ser de la insularidad, que él expande en sus perspectivas más universales, es una de las constantes de su obra. No menor es su reputación como traductor del francés, inglés, portugués y catalán, siendo su versión de la Poesía completa de Salvador Espriu Premio Nacional de Traducción en 1982. Sus últimas entregas, ambas de 2011, son Cuaderno de las islas, editado por Lumen, y Ars poetica, por Pre-Textos, un volumen con la mejor poesía traducida en los últimos cinco años por el Taller de Traducción de La Laguna, creado por él mismo en 1995. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo de Tenerife lo acaban de proponer al Premio Canarias de Literatura.

DESPERTAR

González Sosa

"Ayer mismo [el pasado lunes] fuimos mi mujer y yo con un amigo a Guía a ver dónde habían sido arrojadas las cenizas de Manuel González Sosa [considerado el poeta secreto de la posguerra en Canarias y fallecido el pasado octubre]. Fue mi primer maestro, en realidad. Lo conocí en el Museo Canario, porque a la salida de clase yo iba al Museo a leer. Él tenía para mí el aura del poeta consolidado. Yo ya había leído un libro suyo, Sonetos andariegos, y cuando nos conocimos le pedí que me lo dedicara, y lo hizo: me puso algo así como "Para Andrés, esperando su libro" y yo tenía unos catorce años [risas]. Me recomendó lecturas y me orientó en los primeros pasos: me dijo que intentara leer a Antonio Machado, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén? Decía que había que conocer muy bien la tradición española en primer lugar, y tenía razón. No es un buen comienzo para un lector empezar con traducciones, hay que hacerlo con autores de la propia lengua. Yo ya había comenzado a escribir mucho antes, y más aún a leer, una pasión que se me pierde en la memoria. Desde siempre me veo como lector voraz. Y desde muy pronto también me gustó dibujar, de modo que tengo ahogado a un pintor dentro, porque el dibujo lo abandoné. Pero esa dimensión luego la he reconducido a través de mi enorme interés, mi fascinación, diría, por las artes plásticas, y por la pintura en particular, de la que me ocupo como crítico, además de realizar libros en colaboración con pintores"

LO CRUCIAL

Traducir

"Desde siempre para mí la escritura y la lectura fueron cruciales, y curiosamente también la traducción, lo cual es un poco más raro. Había en el Viera y Clavijo [famoso colegio privado de talante liberal en Las Palmas de Gran Canaria] un profesor de inglés -yo estudiaba francés- y un día encontré en una revista un poema en inglés y le pedí a este profesor que me ayudara a traducirlo, al menos por encima, para poder leerlo. Tendría doce o trece años. Por entonces vivíamos en las Alcaravaneras, porque mis padres se habían trasladado de La Angostura, en Santa Brígida, a Las Palmas de Gran Canaria ya en 1954, cuando yo tenía dos años. Mi padre era constructor y decidió dar el salto a la capital. De modo que este ejemplar de Ars poetica, que está sobre la mesa, es como un fruto, muchos años después, de esa pasión temprana por la traducción".

EL MISTERIO

Lo poético

"Desde un principio tuve con el lenguaje poético una afinidad misteriosa, porque esa afinidad siempre lo es, y no se sabe por qué. La poesía es el lenguaje primigenio, e incluso los grandes novelistas admiran los hallazgos fabulosos de la palabra poética. Pero yo fui elegido por la poesía, si puedo decirlo así. Quiero decir, no es un fenómeno voluntario, porque normalmente el escritor al comienzo no tiene una idea clara de qué es lo que quiere hacer exactamente, qué lenguaje es el suyo, o qué dimensión, plano o género es el suyo propio. De modo que existe una pasión, una pulsión, que se va decantando, y en mí se decantó desde el primer momento por la poesía. Mis poemas más antiguos son de los once años, y surgieron en medio de lecturas muy anárquicas, muchas de ellas recomendadas en el colegio".

ANALOGÍAS

La arquitectura

"Mi padre, Andrés Sánchez Medina, desarrolló luego su actividad profesional en toda la isla, y más tarde pasó a mi hermano Luis, como arquitecto. Siempre me ha gustado mucho la arquitectura. A veces se olvida que es una de las grandes artes. He tenido relación de amistad con arquitectos admirables, por ejemplo con Jordi Garcès o con Alberto Campo Baeza, grandes lectores de poesía. De la arquitectura me interesa la dimensión de arte habitado, en la idea de Heidegger [se refiere al famoso texto "Construir, habitar, pensar"], que además decía que el lenguaje es la casa del ser. Quien sabe si yo hacía alguna analogía temprana entre la creación poética y la arquitectónica, algo quizás de tipo genético o familiar. De hecho yo acompañaba a veces a mi padre a las obras y, además, uno de mis primeros recuerdos infantiles es ir con él a las obras de reforma del Pueblo Canario, incluso tengo un recuerdo vivísimo y maravilloso de la calle que baja, que también la hizo él. Mi padre convenció a las autoridades para que se respetara un árbol, un laurel de indias que hay en medio de la calle, para lo cual tuvo que hacer una pequeña rotonda. Él murió hace once años".

LA TRADICIÓN

El Pueblo Canario

"Los trajes típicos de Néstor [de la Torre] son un vivo ejemplo de invención de una tradición, porque son completamente imaginarios. Ahora bien, eso es interesante, por todo lo que tiene de imaginación y creación, porque se corresponde no con una idea de una realidad que hay que reproducir servilmente sino con una posibilidad. Es como aquello que decía Lezama Lima: imagen y posibilidad. Es decir, no somos lo que somos sino, ante todo, lo que imaginamos o deseamos ser. Y el aspecto un tanto de plató cinematográfico, de escena teatral, del Pueblo Canario tiene mucho que ver con la dimensión de Néstor como escenógrafo. En las pinturas de tema canario él se inventó muchos espacios que no se corresponden con las Islas, era una Canarias inventada, una Canarias de la imaginación. Lo curioso es que alguien tan serio como Domingo Doreste, Fray Lesco, aceptó ese juego, lo vio como elemento de construcción imaginaria de las Islas, y el propio Doreste aparece en una foto con un traje diseñado por Néstor. Para mí, el Pueblo Canario tiene un don, una gracia particular".

NÉSTOR

Lo europeo

"Néstor de la Torre es una figura apasionante. Tuvo enseguida una dimensión europea y absorbió [en París y en Barcelona] toda la estética simbolista. Verdaderamente su contribución posee un gran interés... Lo que ocurre es que es un lenguaje muy anclado en la historia y, como todo lenguaje muy comprometido con su tiempo, acaba arrastrando cierto lastre. En los últimos años intentó evolucionar, se interesó por el constructivismo, por el lenguaje de las vanguardias del momento, y hay unos dibujos finales de Néstor fascinantes, de tipo geométrico, completamente abstractos. Pero desgraciadamente murió joven".

BARCELONA

Universidad

"Desde muy pronto quise hacer estudios de literatura. No tenía una conciencia clara de que mi dedicación a la poesía fuera a acabar ocupando un primer plano, como así ha acabado siendo. Así que hice en La Laguna los años comunes de Filosofía y Letras y luego decidí irme al lugar que, por mis informaciones, era el más idóneo. En aquella época donde mejor se estudiaba la filología hispánica era Barcelona. Me fui, pues, en 1972 al mejor departamento del país, dirigido por José Manuel Blecua, una de las figuras mayores de la filología española. Lo curioso es que Blecua me atrapó en sus redes ya desde las primeras clases, invitándome luego a hacer con él la tesina y más tarde la tesis, ambas sobre Alonso Quesada, y curiosamente el autor no lo escogí yo, sino él: Blecua conocía perfectamente la obra de Quesada, tenía incluso las primeras ediciones de sus libros. Quesada era entonces un poeta no del todo conocido en España, lo que pasa es que Blecua lo conocía absolutamente todo [risas]; y tenía además una maravillosa biblioteca particular, que pude examinar en más de una ocasión".

QUESADA

Unamuno

"Probablemente lo que a Blecua le interesaba de Alonso Quesada era esa dimensión de poesía cotidiana, y también el hecho de que el propio Unamuno se hubiera ocupado de él, el que le hubiese hecho un prólogo, porque los prólogos de Unamuno son rarísimos, y de poesía más aún. Y le escribió un prólogo que es un ensayo brillantísimo sobre la experiencia de la insularidad. "Estudie bien la relación con Unamuno", me decía. El hecho de que Unamuno viese en Quesada una de las líneas expresivas de la poesía de su tiempo era para Blecua prueba determinante del interés objetivo de Quesada. Así que me ocupé de Quesada. Pero también, nada más llegar a Barcelona, me relacioné, entre otras personas, con Joan Brossa [poeta experimental y artista visual] y con Antoni Tàpies".

UNIVERSAL

Cultura canaria

"Ya desde mi tesis sobre Quesada tuve clara la idea de que la condición insular canaria no es incompatible en absoluto, sino todo lo contrario, con el universalismo intelectual y creador. No sólo no resultan incompatibles, sino que son, por decirlo así, consonantes, concordes. No hay más que fijarse en que desde Cairasco de Figueroa hasta las vanguardias históricas de los años veinte y treinta del siglo XX, pasando por Viera y Clavijo, en fin, en las mejores épocas culturales, lo propiamente canario es el universalismo, sin dejar de ser profundamente canario. La primera obra que escribe Cairasco, cuyo busto estamos viendo ahora mismo, por cierto [desde la terraza del hotel Madrid], es la traducción de la Jerusalén libertada de Tasso. Y Viera y Clavijo igual, no hay más que ver la cantidad de traducciones que hizo al mismo tiempo que su Historia de Canarias. Piénsese a continuación en poetas del siglo XX como Alonso Quesada o Tomás Morales, tan característicamente insulares y al mismo tiempo muy ligados a la cultura europea, traduciendo a Leopardi o a D'Annunzio, o a los vanguardistas trayendo a André Breton a las Islas y a Domingo Pérez Minik y Pedro García Cabrera traduciendo sus textos... A mí de Quesada me atraía además, por cierto, esa recreación de un concreto espacio físico y humano de relación con la colonia inglesa en Las Palmas, ese modo de integrar la reflexión de una comunidad injertada en otra, a pasar de que fue una relación muy crítica. E igualmente Quesada es un intérprete admirable de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, los dos vectores más importantes de la poesía de su época, que están perfectamente sintetizados en él".

LOS DEL 'BOOM'

García Márquez

"Leí mi tesis en 1977, el mismo año, por cierto, en que me casé con Marta, una chica canaria, de Vegueta, a la que conocí en Barcelona, así que fue un año redondo, aunque en ese momento me estaba marchando de Cataluña. Pero pude disfrutar la mejor etapa literaria y artística de Barcelona en esos años setenta, con una gran efervescencia de editoriales, cines, galerías de arte? A los autores del famoso boom latinoamericano me los tropezaba por la calle. Nunca me perdonaré el haberme encontrado más de una vez a García Márquez en una terraza de la Plaza Calvo Sotelo, a la que él solía ir a tomar café, y por timidez no haberme acercado a saludarlo, a charlar? Años después se lo conté a él mismo en México [risas]. También vivían en Barcelona Vargas Llosa y creo que José Donoso. Veía también a Barral, a Gimferrer, a otros jóvenes poetas catalanes. Era una Barcelona fascinante. Al día siguiente de llegar fui a ver una exposición de grabados de Picasso, luego otra de Clavé, un gran pintor catalán del exilio, otra de Karel Appel.... Era entonces la ciudad más europea de España".

HASTA TÀPIES

El cine mundo

"Un día le comenté a Joan Brossa, al que conocía porque ya le había traducido algunos poemas, mi interés por la obra de Dreyer, que es para mi el mejor cineasta que ha existido nunca, y me condujo como de la mano hasta la casa de Tàpies, porque ellos constituían un grupo de amigos aficionados al cine mudo e iban a ver en aquella ocasión la película La bruja vampiro en casa de Tàpies. Él, un consagrado desde los años cincuenta, era absolutamente encantador, muy dialogante, con una notable formación literaria, lector de poesía, filosófica y de ciencia, que es lo más asombroso, le interesó mucho la ciencia. Y ahí comenzó una relación que se convirtió en una gran amistad con ambos, en el caso de Tàpies hasta hoy y con Joan Brossa, hasta que murió en 1998. Acabé siendo el traductor de Brossa al castellano... Fue un poeta apasionante".