El crítico Lázaro Santana afirmó ayer, tras conocer el fallecimiento de Bethencourt, que "fue un escultor realmente importante de los años sesenta y setenta, cuando estuvo viviendo en Roma". A su juicio, "la época romana es la mejor de su escultura, que es una escultura influida por la italiana del momento, por artistas como Marino Marini, pero él logra hacer un trasvase muy personal".

Santana también destacó el carácter cosmopolita del trabajo de Bethencourt: "Vivió un periodo en África, y en él tiene más importancia el arte africano que la idiosincrasia canaria. Es un escultor que, aunque siempre practicó un arte figurativo, no se puede identificar con rasgos específicamente canarios. Fue un hombre cosmopolita pero siempre vinculado a Canarias. También estuvo largo tiempo en Madrid. Lo canario en él no se identifica específicamente, el suyo es un arte cosmopolita".

El escultor Leopoldo Emperador dijo que el fallecimiento de Bethencourt es "una pérdida lamentable". Emperador, que fue alumno suyo cuando estudiaba Bellas Artes, recuerda que "su obra de talla en madera era muy interesante. Cuando las vi por primera vez me impresionaron. Recuerdo que, siendo muy joven, vi una talla de un negro tocando un tambor que me dejó muy impresionado". Emperador, a pesar de que también es miembro de la Academia Canaria de Bellas Artes, no coincidió con el fallecido, porque ya tenía problemas de salud.

Juan José Gil, también escultor, explicaba que "Bethencourt fue un artista que conocimos poco en Las Palmas, y tenía obras que a mi me interesaron". Una de las causas de este desconocimiento, bien puede ser que el fallecido "estuvo mucho tiempo fuera". Lo recuerda como "un hombre introvertido".