El poeta y crítico Andrés Sánchez Robayna, que colaboró con Tàpies en varios trabajos, lamentaba ayer la pérdida del que fue su amigo. "Con la muerte de Tàpies desaparece no sólo el pintor español a mi juicio más significativo del último medio siglo, sino también una de las figuras más relevantes del panorama artístico internacional", comenzó explicando. "Estuve hace apenas unos días en Barcelona y Teresa, su esposa, me habló del delicadísimo estado en que se encontraba el pintor. Sentí mucho no volverlo a ver. En lo personal, además, pierdo a un amigo muy querido, con el que colaboré en varias ocasiones y a quien echaré mucho de menos", añadió el escritor.

El escultor Martín Chirino, que también conoció personalmente a Tàpies, destacó ayer "su manera de utilizar la materia, fue uno de los grandes pintores matéricos de los años 50 y era muy hermoso verlo cómo fue consecuente con aquello en lo que creía hasta el final". Además, recuerda la buena relación que mantuvo con él. "Era muy cordial. Lo recuerdo cuando le dieron el premio Velázquez en el Museo del Prado, que bromeaba con el tema de la edad. Siempre lo hacía"

Chirino era director del CAAM cuando este museo acogió, en 1991, la exposición monográfica del artista barcelonés La celebración de la miel. "Fue una exposición muy hermosa, una obra muy especial. Es uno de los grandísimos del arte español de los años cuarenta para acá, es un personaje de referencia para toda la contemporaneidad", dijo.

Al escultor no le cabe duda de la proyección futura que tendrá este artista. "Va a quedar seguro. Su obra está en los grandes museos de España, del mundo. Es universal, eso seguro", finalizó.

Para el poeta y crítico Lázaro Santana, Tàpies "significa la primera y más seria revolución abstracta en el arte español contemporáneo. Pensando primero en su etapa de tipo surrealista, en los 50 va hacia el arte abstracto, fijándose en la materia y en los signos que se podían trazar sobre ella. Fijó el camino de la abstracción para todo el arte que vino después, para gente como Millares".

Santana destaca que "realmente su obra está muy enraizada con el espíritu catalán y fue muy fiel a su signo y su gesto. Él ha sido durante muchos años prácticamente el único artista español con proyección europea, americana e internacional". El crítico distingue varias etapas en la trayectoria del artista, con mayor proyección de la correspondiente a las décadas de los 50 y 60. "Es lo más interesante de su producción, aunque lo que está después tampoco es desdeñable", finalizó.